sábado, 26 de septiembre de 2015

LA LEYENDA DEL CAPITÁN: el marco histórico.



          Hace muchos años, escribí el legajo de esta novela, que fue creada como un trabajo para el instituto, y parece que alcanzó bastante éxito. Nunca pensé que tendría tan buena acogida, y con los años, animado por amigos y conocidos que deseaban que la escribiera como una novela histórica, nació LA LEYENDA DEL CAPITÁN. La estructura de la obra se desarrolla en dos espacios temporales, a finales del siglo XVII y en la época actual, y es una hibridación de novela histórica y policial, que hace avanzar la trama en dos líneas paralelas que han de encontrarse al final de la historia.

          Cuando hablamos del siglo  XVII, hablamos de un momento de nuestra historia difícil, de un período convulsivo, lleno de decadencia y de miserias, y a pesar de que se le viene llamando el Siglo de Oro, fue quizá ese oro traído de sus colonias americanas, quien lo hizo coyunturar de una manera contundente, empujando al mayor imperio conocido del mundo a seguir una política errónea que lo colocaría en una situación comprometida frente al mundo.

          Prueba del cambio de papel que representó España en aquel espacio histórico supone la pérdida del protagonismo que llevó a cabo en el desempeño de la creación cartográfica, y la ralentización en sus exploraciones, que a finales de ese siglo XVII se ven mermadas por la participación de otros países europeos que tomarán el testigo de las conquistas en el Nuevo Mundo, desafiando a nuestro país tanto en el continente, como en el Pacífico, obligando a que España deba proteger sus ciudades coloniales con un celo poco conocido hasta entonces. Toda la ciencia en la que España destacaba comienza a empobrecerse, de manera que han de ser extranjeros los que tomen las riendas de los conocimientos de navegación, poliorcética y construcción naval.

          En la península las intrigas llevadas a cabo por la reina Mariana, debido a la falta de un heredero a la corona que Carlos II no le a dar, provoca serios problemas que en el futuro cambiarían el mapa de Europa. Enfrentada a nobles y a reyes, la reina madre Mariana urdió todo tipo de tramas en favor de la descendencia de su hijo enfermizo, que no consiguió perpetuar su dinastía, y esto anima al resto de las naciones a intentar sustituir a España tanto en el trono hispano como en América. Los enfrentamientos con sus ministros, y con la esposa de su hijo, Ana de Neoburgo, con quien protagonizaba auténticas peleas, por la dirección de la política, no le favorecieron en su papel de consejera del rey, lo que acabó provocando serias consecuencias hacia su persona, a pesar de que Mariana de Austria era una gran política.

          Francia, que más adelante será aliada de España, se alza en este momento como el peor enemigo de la corona, especialmente por las ansias de expansión de Luis XIV, cuya ambición por el poder es ilimitada, y mueve a sus mejores políticos en aras de desafiar al resto de las naciones en el mar, desatando la guerra prácticamente en todos los frentes, lo cual le saldrá muy caro a España, una vez que deba decantarse por una unión dinástica.

          Poco a poco sus piratas y sus almirantes van tomando posesión de islas y rincones en el Caribe que España ha ido dejando de lado para centrarse en mantener sus indefensas fortalezas, y la enorme decadencia política, económica y militar que sufre, tendrá que ver cómo Francia, Inglaterra y Holanda se comienzan a asentar en muchas islas, creando la base de una expansión colonial que ayudará a potenciar sus comercios y a nacer las futuras naciones del nuevo continente. Inglaterra buscará afanosamente conseguir un asiento para el comercio de esclavos en América mientras Holanda persigue las especias, y Francia trata de levantar fortalezas en las Antillas, lo cual logrará por ejemplo en La Española, que compartía con España.

          En este tablero tan complicado, pensemos cuántos personajes desconocidos que actuaban en la sombra, dejaron sus huellas actuando para gobernantes mientras manejaban los hilos de traiciones cometidas para el mejor postor, muchos de ellos capitanes de capa y espada, que llenaban sus bolsas al albor de los intereses de la corte,
consolidando historias y leyendas muchas veces no demostradas, pero que estaban allí, ocultas entre bastidores. En Andalucía, la caída del duque de Medinaceli como ministro del rey, en un desfile de fracasos políticos por el que pasaron otros nombramientos, demuestra que el problema al que se enfrenta España es grave. Tiene que hacer frente a un imperio que no puede mantener, porque le resulta demasiado grande y demasiado costoso, y además no tendrá rey para ocupar el trono, lo cual le llevará finalmente a la guerra, arrastrado por las ansias de poder de Francia.


          En sus capítulos aparecen piratas como William Dampier, que exploró Australia y escribió una de las mejores crónicas sobre la piratería del siglo XVII, y otros que se aliaron con él como Bartolomew Roberts, Charles Swan, JohnTaylor o Lionel Waffer, médico de a bordo, todos ellos nombrados en la obra de Alexander Exquemelín, la obra más conocida sobre el género. Ha sido relevante recibir la obra original que posee la Biblioteca Nacional de París, para trabajar con estos datos, y que fue la base para la obra de Defoe, Robinson Crusoe. Todos ellos darán el salto al Pacífico para atacar las ciudades de sudamérica, logrando importantes botines, pero también abriendo los ojos al mundo sobre la indefensión que tenía España en América, y las posibilidades que el comercio mundial ofrecía a las potencias nacientes.

 

lunes, 21 de septiembre de 2015


 PRESENTACIÓN NOVELA "LA LEYENDA DEL CAPITÁN"


El día 17 de septiembre, se abría en Ávila, como todos los años, el ciclo cultural "El Episcopio Presenta", promovido por el ayuntamiento de nuestra capital, y éste año he tenido el honor de poder abrirlo yo con el evento de la presentación de mi novela "La Leyenda del Capitán".
 
 

El acto se desarrolló más o menos con éste cartel:

-Presentación de la concejala de cultura

-Ponencia

-Preguntas 

-Firma de ejemplares

Desde este artículo quiero dar las gracias al Ayuntamiento de Ávila, y en especial a Sonsoles, nuestra concejala de cultura, por haberme concedido la oportunidad de presentar mi novela histórica en Ávila. También, aunque no estuviesen presentes en el acto, quiero agradecer a Mercedes García Pazos, directora de patrimonio del Puerto de Santa María, así como a su equipo de investigación toda la ayuda que me han venido prestando de manera desinteresada para hacer realidad este proyecto, y gracias a todos los asistentes que me acompañaron esa noche con su amable presencia.

 
La Leyenda del Capitán es una novela histórica ambientada a finales del siglo XVII, en la que aparecen escenarios muy diversos de esta controvertida época. La idea de la obra nació hace muchos años, concretamente en el año 1987, en las aulas del instituto Vasco de la Zarza, de Ávila, para un trabajo de clase durante el curso que hacíamos de literatura, pues tiene 38 páginas y 4 capítulos, y es el resultado de convertir un pequeño legajo muy resumido, en una novela histórica. Después de que las primeras páginas tuvieran una buena acogida entre la gente joven de Ávila, el legajo alcanzó gran interés entre los estudiantes incluso universitarios, de manera que después de circular principalmente en Ávila y Salamanca, traspasó las fronteras llegando incluso a Francia y a Alemania, donde también fue leído; después, tras permanecer algún tiempo en el olvido, animado por montones de amigos y admiradores, nació la obra actual en forma de novela histórica.

La obra se desarrolla en dos espacios temporales diferentes, alternando el pasado histórico con la época actual, en la que un puñado de estudiantes que están de vacaciones, serán la clave para desvelar algo que ha permanecido enterrado a ojos del mundo durante mucho tiempo, y tendrán que arriesgar sus propias vidas para sacar a la luz su descubrimiento.

Esta novela ha supuesto un importante reto de investigación a lo largo de mucho tiempo, ya que La Leyenda del Capitán es el reflejo fiel de una época clave en la historia de España y de América, un momento crucial para lo que era el imperio más grande de la Tierra, dado que nuestro país en aquel momento, a diferencia del resto de las potencias europeas, se hallaba en un claro retroceso de decadencia económica y política, en favor de las nacientes potencias europeas, que comenzaban a expandirse en el Nuevo Mundo, y fundar las colonias que harían nacer futuras naciones.

En ella, dentro de un marco novelado, aparecen diversos personajes históricos, auténticos, mezclados con otros de ficción, para dar vida a una trama histórica en la que aparecen intrigas de la corte de Carlos II y su madre, Mariana de Austria, en la lucha por el control de la Corona, frente al desafío del poder y la riqueza de la nobleza de su tiempo. Su personaje principal, un capitán de origen vasco, se verá envuelto en una azarosa aventura donde se mezclan los Cargadores a Indias andaluces, la nobleza terrateniente, las tribus salvajes del Amazonas como los indios Aracuna, que eran caníbales, y los piratas más famosos de la época.

A través de los ojos de su protagonista, vamos a poder hacer un viaje por lo que en aquel momento era el imperio español en todo su apogeo, dentro de un esplendor que estaba tocando a su fin, visitando intrigantes escenarios ya desaparecidos o cuyos restos yacen mudos guardando innumerables secretos del pasado. El Nuevo Mundo, que aún es demasiado grande e inexplorado, se lleva las vidas de muchos aventureros que suelen desaparecer en sus viajes para siempre, y que siglos más tarde, rebelarán al mundo historias emocionantes y leyendas desconocidas que han permanecido ocultas e ignoradas durante mucho tiempo.

Francia, la mayor potencia marítima y militar en aquel momento, bajo el reinado de Luis XIV, se encuentra en pleno apogeo de expansión y desafía al resto de los reinos con su flota de guerra, amenazando con imponerse al mundo conocido. Enfrentados a la competencia de Inglaterra y las Provincias Unidas, comienzan a expandirse por el Caribe español, con la intención de ocupar diversos enclaves en las Antillas, que les ayuden a desarrollar sus economías emergentes, al tiempo que intentan lograr participar en el Asiento del comercio de esclavos africanos con América. En este mundo que aún no ha terminado de tomar forma, las flotas de Nueva España y Tierra Firme, desfilan como pavos reales hacia España con sus grandes cargamentos de especias como el azúcar, índigo, la cochinilla, además de oro, plata y joyas, despertando la envidia y la codicia de los filibusteros, que pretenden lograr fortuna a costa de nuestro país, desafiando banderas, leyes y gobernantes.

Hacia 1620 nació la Cofradía de los Hermanos de la Costa, a la que llegan piratas de todas las nacionalidades y rincones del mundo para tratar de hacer fortuna en las Antillas, unas veces huyendo de sus delitos, y otras de la Iglesia; dado que según las ordenanzas de 1618 las naves comerciales han de navegar obligatoriamente en convoy, los piratas no pueden tan fácilmente atacar los navíos de guerra de la guardia, por lo que rompen con sus propias naciones y se convierten en franconavegantes atrayéndose la persecución de sus propios países, a los que también atacan impunemente. Ya ha quedado atrás el corsario romántico que lucha con patriotismo, para dar paso a filibusteros que no respetan naciones, leyes ni banderas de ninguna clase. A finales del siglo XVII, se llegan a convertir en auténticas flotas organizadas que igualan el poder de la marina real en el mar, y esperan para abordar los barcos, operando desde bases ubicadas en lugares como Tortuga, Antigua, Barbados, Jamaica o la misma isla de La Española.

En la obra aparecen figuras como el pirata William Dampier, que fue el segundo de Bartolomew Sharp, y que levantó las primeras cartas de Australia, y algunos de sus contemporáneos como Lionel Waffer, que servía como médico en las tripulaciones filibusteras, o famosos capitanes como Charles Swan, Laurens De Graff, alias Lorencillo, o Agramont, que atacó Cartagena de Indias. La obra reproduce en detalle tres batallas navales desarrolladas contra los argelinos, los franceses o los piratas de las Antillas, y recoge una rica relación de lugares geográficos, ya desaparecidos o cambiados de nombre, además de muchas costumbres y curiosidades de la época. Para los amantes de la historia, aunque se trata básicamente de una obra de aventuras, al estilo de los clásicos que la mayoría hemos leído de niños, supondrá una buena manera de sumergirse en una interesante época llena de intrigas y de misterios, teniendo en cuenta que debido a que muchos personajes morían llevándose sus secretos a la tumba consigo, permanecían ocultos durante siglos hasta que la arqueología los sacaba a la luz.

La geografía que aparece en la obra es bastante extensa, pues aparecen escenarios en el Puerto de Santa María, las aguas del Mediterráneo y del Atlántico, las islas Antillas y las selvas del Amazonas, así como Tenerife, donde tiene lugar un capítulo crucial, incluyendo escenas de la Guerra de Sucesión española, con la toma de Cádiz en 1702. Mucha aventura, romanticismo y suspense a lo largo de un paseo por uno de los períodos más importantes de nuestra Historia.

Pero esta obra además de ser una novela histórica, constituye también en cierto modo un pequeño himno a nuestros antepasados, a sus costumbres, a su modo de vida, a lo que fueron y lo que nos legaron a través de siglos. Cádiz y en especial el Puerto de Santa María, se alzaron en aquel momento histórico como el mayor centro de comercio, producción y conocimientos científicos y geográficos de su época, dado que contaba con una escuela de pilotos, una escuela de cartografía y la Casa de Contratación, a donde fue trasladada desde Sevilla, allí llevaban todos los navegantes los nuevos descubrimientos que hacían a través de los mares, y donde confluían la enorme riqueza de nobles y cargadores a Indias, con la pobreza y miseria de las clases más humildes, dando una imagen que hacía destacar la gran diferencia social que España ha ido arrastrando hasta nuestros días, y que quizá forme parte de la mentalidad de nuestro pueblo.

La obra tiene un lenguaje fluido, con muchos detalles sobre navegación, geografía, astronomía, armas y uniformes, que trata de sumergir al lector en sus escenarios de un modo pretendido, intentando que tenga la sensación de participar en ellos. La intriga que forma parte de sus capítulos está dosificada de manera que se pueda disfrutar con el avance de la trama, que estoy seguro no permitirá a nadie aburrirse con su relato, pues en él aparecen tanto escenas románticas como batallas navales y suspense.

Desde este blog espero haber cumplido bien con el proyecto que hizo nacer a la obra y que a todos mis lectores les guste la novela.

La presentación acabó con la consabida firma de ejemplares, donde tuve el placer de encontrarme con familiares, amigos, compañeros y conocidos de Ávila y de fuera de ella, de mi entorno y de las redes sociales, aunque a muchos de ellos les he conocido personalmente en el acto, como los integrantes del grupo Somos de Ávila, dejándome un hermoso recuerdo de la velada. Desde estas letras les envío un fuerte abrazo.

A todos, les doy las gracias por estar ahí.
 
 
Fernando García de Frutos.

domingo, 13 de septiembre de 2015

domingo, 13 de septiembre de 2015
 
         

Los abulenses Fernando García de Frutos e Irene Garzón, presentan sus novelas en Ávila

diariodeavila.es - viernes, 11 de septiembre de 2015
 
El ciclo "El Episcopio presenta" abre una nueva temporada con la presencia de dos novelistas abulenses, que presentarán sus dos nuevas obras literarias los días 17 y 23 de septiembre

 

El Área de Cultura del Ayuntamiento de Ávila ha organizado una nueva edición del ciclo literario ‘El Episcopio presenta’, que volverá a traer a nuestra ciudad a destacados literatos españoles que hablarán de sus nuevas obras literarias.


 El mes de septiembre el ciclo presentará a dos autores abulenses: Fernando García de Frutos e Irene Garzón Núñez. El primero presentará su novela, La leyenda del capitán. Será el jueves 17 de septiembre, a partir de las 20,00 horas. La segunda será la matrona  Irene Garzón Núñez  que presentará su primera novela La sociedad que vaciaba úteros, el miércoles 23, a partir de las  19,00 horas.
 

 La leyenda del capitán es una novela histórica, pero anclada en un mundo actual. Su argumento  atrapa al lector de forma inmediata: «Año 1685. Un barco procedente de las Indias es interceptado por la Armada Real cuando se acerca a las costas españolas, con la intención de llegar al puerto de Santa María, en Cádiz. Sus oficiales, acusados de traición son encarcelados, pero alguien mueve los hilos en la sombra para ayudarles, aunque el capitán de la nave desaparece misteriosamente de su celda sin dejar rastro. El relato de la novela después de traslada a la época actual, cuando un grupo de amigos valencianos organiza un viaje de fin de curso. Las aventuras se precipitan cuando consiguen un mapa antiguo y una carta manuscrita de manera accidental, algo que precipitará su vidas de un modo sorprendente, para desvelar un secreto que lleva enterrado a los ojos de los hombres casi 400 años... Distintos acontecimientos harán salir a la luz la revelación de unos sucesos que han permanecido ocultos en la historia durante mucho tiempo. El enigma de una leyenda que ha vivido enterrada a los ojos de los hombres, toma cuerpo en un duelo de intrigas y ambiciones, amparadas en la lucha de poder de la nobleza cuyos recuerdos subyacen en la lejana memoria del antiguo Imperio español».

Esta conferencia será el día 17 de septiembre, a partir de las 20,00 horas en el Episcopio.

 La segunda intervención en este ciclo será realizada por la matrona abulense Irene Garzón Núñez. Su ópera prima, La sociedad que vaciaba úteros pretende ser una preparación al parto en forma de novela, en la que narra lo que sucede en un paritorio desde dentro, de la mano de matronas, ginecólogos, personal de enfermería... y, sobre todo, de las mujeres que acuden allí a diario. La novela intercala la historia de siete mujeres en situaciones diferentes. La presentación será el 23 de septiembre, a partir de las 19,00 horas, en el Episcopio.


domingo, 6 de septiembre de 2015

LA LEYENDA DEL CAPITÁN.- Nace la historia II.



             Un fin de semana, "La Leyenda del Capitán", traspasó las fronteras de mi ciudad natal, y se presentó en la ciudad de Salamanca. A través de un amigo, una francesita ya entrada en años, Janet Renou, contactó conmigo para hacerme una pequeña entrevista sobre navegación en veleros clásicos −es que en la universidad hay de todo, mira−, porque deseaba aprender el español más de cerca. En compañía de otro amigo mío, Miguel, quedamos en un bar, tomamos algo y hablamos de barcos, como vengo haciendo con tantas personas a lo largo de tantos años. Mi legajo estaba ya en las manos de una joven estudiante, a quien se lo habían pasado de manera casual una semana antes, fotocopiado.

             Aquella noche, el grupo de amigos salimos a tomar unas copas por la ciudad, y de ruta pasamos a visitar a aquel puñado de estudiantes femeninas que compartían el piso. La protagonista de la escena era una linda joven, no recuerdo qué estudiaba..., sus amigas comenzaron a reír de un modo sospechoso al conocer al autor de la obra, en vista de que la aludida se ponía un poco colorada, y el lector preguntará, ¿y por qué se puso colorada?, es sencillo, porque cuando había leído mi historia, se había echado a llorar a lágrima viva como una chiquilla, por culpa de la muerte de su protagonista, provocando las risas de sus compañeras, y las de los integrantes de nuestro grupo, y de manera conspiratoria, sin decirme nada, mis amigos me habían llevado para que la conociese en persona.... Finalmente, la muchacha me censuró que hubiera matado al personaje de aquel modo, y me preguntó por qué debía morir.... Le dije, "porque la historia debía ser así", no cabe más explicación. Una novela, a veces, es muy parecida a la vida real...
 
Tercera portada 1991
            Siempre me he preguntado cuándo nace un escritor realmente, ¿cuando escribe una historia, o cuando esa historia llega al corazón de sus lectores?, supongo que el auténtico éxito de una obra, es dejar un dulce recuerdo en las personas, que pervivirá en ellas para el resto de su existencia.
 
            En el futuro, "La Leyenda del Capitán" sería leída durante años y años, por muchas más personas en muchos lugares, de dentro y de fuera de Ávila, también de fuera del país, pero poco a poco, el paso de los años y los avatares de la vida, fueron dejando el legajo a un lado, un poco más olvidado, un poco más aislado. Ya no causó tanto impacto, ni fue tan revolucionario, especialmente porque su autor había crecido, y había cambiado de hogar y de vida. Corría el año 1991, quizá uno de los mejores de toda mi vida, aunque estaba teniendo lugar la guerra de Irak. Aquellos estudiantes que éramos, fueron dejando de serlo, y comenzaron a marcharse, cada uno por su lado, y mi legajo se transformó en un recuerdo; siguió siendo leído, pero en ocasiones más espaciadas. La última vez que ocurrió, ha sido apenas hace unos años de hoy atrás, por la esposa de un amigo. Jamás ha vuelto a ser abierto por otras manos distintas de las mías.

            Ahora, después de tanto tiempo, y de que tantos y tantos ojos fueran testigos de su existencia, vuelve a resurgir "La Leyenda del Capitán" de nuevo, convertida en una novela cultivada, estudiada, auspiciada por una profunda investigación histórica, cuya pluma aboga por pulir un proyecto que brilló con luz propia en una dorada época, que ayuda a renacer hermosos recuerdos; siempre me pregunté qué éxito hubiese tenido de nacer la obra, tal como es hoy, aquel lejano año 87.

Portada publicación 2015
 
            Sofocada levemente su original fantasía, y con algunos pequeños cambios impuestos por el trabajo profesional, la novela histórica nace respetando la estructura original primaria, los personajes y la trama, para ofrecer a los lectores una obra que el destino ha deseado mantener viva hasta hoy, con su fuerza y su imagen, para que continúe cautivando con el embrujo del misterio, la aventura y el romanticismo, a todas las mentes del planeta, a todos los amantes de este género, y si lo desean, para que también lloren con su relato, como aquella dulce estudiantina.

            Espero que mis letras cumplan fielmente con su misión, como ya lo hicieron hace tantos años. Para eso fueron creadas. Gracias.
 

jueves, 27 de agosto de 2015

LA LEYENDA DEL CAPITÁN.- Nace la historia.


 

 
            Hay historias que nacen de un modo extraño. Implican a las personas de una manera imprevisible, vinculando la vida a lugares y a momentos jamás sospechados, de modo que cuando miramos atrás, nos damos cuenta de que, sin saberlo, hemos dejado una huella imborrable.

            "La Leyenda del Capitán" nunca había llamado a la puerta para ser una novela, aunque tenía todo el antojo de llegar a serlo. Su autor tan solo tenía 17 años cuando sus personajes asomaron por primera vez en la primavera de 1987, del mismo modo que aparece un bebé ante los ojos de su madre. Quizá sea ésta la razón por la que muchos escritores llaman a sus obras "sus hijos", y que en la ley de Propiedad Intelectual, se habla de paternidad de las obras. Sin embargo, aquellas letras, al principio con un volcado despliegue de fantasía, estaban aún muy lejos de ser una obra literaria en sí, dado que el proyecto era un trabajo de instituto durante el curso que íbamos a terminar, y escribir un cuento o un pequeño relato, era el trabajo final. Es gracioso recordar que en un aula donde estaba rodeado de 22 muchachas, siendo el único varón, surgiera una historia de aventuras, piratas, oro enterrado.... ¿se estaban aliando todas las emociones y los sueños de la juventud para transformarse en tinta?
 

Primera portada 1987
            Había estado durante aquel curso plasmando en los encargos solicitados, todo mi potencial para trabajar con las descripciones, haciendo más de un monólogo relacionado con obras de grandes autores. Mi profesor me pidió un poco más. Quería que lo sorprendiera con aquel trabajo. Deseaba que me superase a mí mismo con el proyecto. Me dijo que sabía que podía hacerlo, y lo hice. Aproveché los últimos fines de semana, mientras mis hermanos y mis amigos salían de juerga, para ligar con una invasión de jovencitas japonesas ávidas de conocer españoles, a fin de darle forma al legajo original, sumergido totalmente en la idea, y en la creación de una nueva obra, pero seguía siendo un simple cuento juvenil...., al fin y al cabo, era lo que me habían solicitado para mi examen final.

            No obstante, antes de aquellas letras, había habido muchas otras más. Llevaba escribiendo desde que tenía 11 años. Era mi pequeña carrera artística, ¿casualidad?, quién sabe. Aquel año forzosamente, parecía que se había empeñado en ponerme a prueba, ya que la historia escrita, no quedó en el tintero, y La Leyenda del Capitán comenzó a ser leída por el resto de los estudiantes del instituto, tal como se lo iba pidiendo mi condescendiente profesor de literatura a sus alumnos, primero a las chicas de mi aula, y después al resto de las otras clases que llevaba. En aquel momento, estaba lejos de saber el impacto que estaba llamado a producir mi curiosa obra.

            Vaya, si tuviésemos que poner música a este artículo para ambientar el momento, no sé qué melodía podríamos elegir...., quizá la banda sonora del compositor José Nieto para aquella serie española televisada en el año 1991, llamada Capitán Cook..., que yo siempre vería como el marco ideal para mi historia.

            Mi obra fue publicitada de manera desinteresada por los compañeros que habían leído el legajo, que tan solo contenía 38 páginas, 4 capítulos subtitulados y un glosario de términos náuticos, escritos por una vieja máquina de escribir olivetti de toda la vida. Quedaban muchos años para que llegase la época dorada de obras como La saga del capitán Alatriste,  El Código Da Vinci y otras brillantes novelas parecidas. Aún no se había dado el pistoletazo a las grandes obras esotéricas, que tantos millones de ejemplares han vendido en todo el mundo. Faltaría mucho para que se pusieran de moda los bestsellers de fantasía y de Historia que hoy dominan todavía los estantes de las librerías. Era un tiempo muy sencillo. Un tiempo de los de antes. Cuando aún no había internet en cada hogar, ni ordenadores, ni móviles de última generación, ni correo electrónico, ni watssapp... pero mi historia era distinta, era emocionante. Recordaba aquellas obras clásicas de Julio Verne, Emilio Salgari, Jack London... Todo el mundo comenzó a corear el legajo de boca en boca, entre los distintos grupos de amigos, primero en el insti, después en la calle, y así, mi pequeña obra, atravesó las puertas docentes, y salió a la luz.

            De mi estancia en el ejército había dejado algunos buenos amigos, por lo que la obra original, con el dibujo de portada que yo le había hecho, fue encuadernado con tapas de plástico, y el diseño que le preparó mi compañero, el cabo Senén, para que quedase algo más profesional, y que aún se conserva casi intacto. Digo casi, porque llegó a romperse y correr el peligro de ser destruido, por lo que tiempo después, se hizo una copia encuadernada en cartoné azul, más moderna, para evitar que se perdiera el original. 
Segunda portada 1989

            El relato comenzó a ser leído por amigos de amigos, por los hermanos y hermanas de éstos, por las novias y novios de todos, sus familiares, sus padres, sus conocidos. Tenía que hacer un esfuerzo para seguir la pista del legajo, que en ocasiones desaparecía sin más. Mi madre me echó una pequeña bronca, diciéndome que me lo iban a robar, aunque por suerte, entonces no se robaba como se roba hoy. Mi pequeña novela corrió grupos enteros de gente a la que no conocía, y a muchos jamás les llegué a conocer, puesto que mis vínculos no alcanzaban tan lejos, pero la idea y el proyecto cautivó a centenares de personas en Ávila. Cuando salíamos los fines de semana, comencé a tener contacto con otros chicos y chicas que querían conocer al autor del legajo, y se acercaban vía amigos más cercanos, para hablar conmigo y darme la enhorabuena. Me sentía extraño, me sentía sorprendido, eufórico, me decían que mis letras se parecían a los libros que leían de otros autores en el mercado, más reconocidos, pero el poder seductor del legajo, aún no había empleado toda su fuerza, pues en un lejano futuro, también saldría de España hacia Francia.
 

miércoles, 12 de agosto de 2015

¿HISTORIA O FICCIÓN?: LA LEYENDA DEL CAPITÁN.


 

 
            ¿Cómo nace una obra literaria?

            ¿Cómo se transforma de ser una hoja en blanco que no dice nada, a ser una obra escrita, que lo dice todo?

            Las obras literarias, al igual que las personas, tienen vida propia, y por lo tanto, poseen una trayectoria de existencia, una razón para nacer. Es por ello que se suele afirmar, que un libro es como una persona que tiene algo que contarnos.

            Hace 28 años, en un remoto rincón, sumamente sencillo y rural, nacía La Leyenda del Capitán. Todo el fondo bibliográfico utilizado para su creación, entonces, fue un vulgar folleto turístico, de una ciudad costera española, pero en aquellos momentos le sobró para abrir sus ojos al mundo.

            Aún así, ver plasmada la realidad de un proyecto, de una idea, en un volumen impreso, es una empresa sumamente larga, paciente y llena de trabajo. Su resultado, al igual que cuando nace una persona, nos dirá si valió la pena.

            Hay quien asegura que la labor del escritor, al inventar historias, dotándolas de personajes que gozan de su propia personalidad, de carácter, características y destinos propios, como en la vida misma, nos sitúa un poquito más cerca de Dios, porque de alguna manera, nos estamos empeñando en imitarlo. Quizá al fabricar esos protagonistas, concediéndoles una imagen, haciéndoles vivir, sufrir y morir, nos encontremos jugando con sus sentimientos −o con los de los lectores−, y adoptemos de alguna manera una curiosa responsabilidad, o quizá incluso, seamos un poco herejes, al tratar de plagiar la obra de la Creación, plasmada en letras.

            Los ideales y la moralidad de nuestros lectores, en todo caso, tienen la última palabra, ellos serán nuestro exigente jurado. Nos darán o nos quitarán la razón al enjuiciarnos, según sus convicciones, cuando se emocionen con sus capítulos.
 

            Al crear una historia nueva no conocida, de algún modo estamos materializando mágicamente los escenarios que ocurren en sus páginas; sucesos como el amor, el dolor, el odio o la muerte, son tan humanos, que no importa que un personaje de ficción, con nombre ficticio, los protagonice, pues el carácter con que lo viste el escritor, lo transforma en alguien real, de carne y hueso. Ese personaje lo podemos ver reflejado a diario en cualquiera de las personas que nos rodean, o en aquellas que, aunque no conozcamos, intuimos que existen. Tan parecidas y tan familiares como nuestros archiconocidos héroes o tiranos novelados. Tan adorables o temibles como aquellos que la pluma fabricó. Porque en el fondo, somos humanos, y lo mejor que sabemos hacer, es reflejar todo lo que es más humano, más cercano, más posible.

            Entonces pasearemos por una calle o una plaza cualquiera, cuyo nombre aparece escrito en la obra, y sentiremos que ellos están allí, a nuestro lado, que nos observan. Sentiremos que la historia cobra vida, que tiene aliento, voz, que respira y suspira, que su corazón late..., y es entonces cuando la obra literaria, con nombre propio, cobra fuerza, emana tanta luz propia ante las emociones mundanales de las personas, que éstas se deleitarán participando de las mismas sensaciones y emociones que sus protagonistas, en aquellos rincones novelados donde todo tuvo lugar, donde todo se llevó a cabo, dentro de esa otra dimensión invisible construida con tinta.

            En repetidas ocasiones, a lo largo de los años, nos sentiremos identificados con muchos de ellos, y nos preguntaremos qué haríamos en su caso, qué pasos hubiésemos dado de ser nosotros quienes tuviésemos que elegir dentro del escenario, de tener que decidir ante el desenlace de su destino. No importa si somos héroes, villanos, princesas, víctimas o alguien que pasaba por allí. Serán tan reales como la vida misma. Nos sentiremos al leerlos, tan implicados como ellos mismos en la maravillosa o fatal espiral de su razón de ser.


                                                                                  Ávila, 17 de julio de 2015.

 

jueves, 30 de julio de 2015

PRESENTACIÓN DE "LA LEYENDA DEL CAPITÁN" EN ÁVILA.


Buenos días, amigos, lectores y seguidores....

Me complace anunciaros que el próximo día 17 de septiembre, a las 20.00 horas, tendrá lugar en el Palacio del Episcopio, situado en la Plaza de la Catedral, 3 en el centro de la capital de Ávila, la presentación de mi novela "LA LEYENDA DEL CAPITÁN"...

Espero que podáis estar allí la mayoría, me encantaría teneros a mi lado en un momento tan importante de mi vida...

Gracias a todos.

Fernando.

 

LA LEYENDA DEL CAPITÁN: Sinopsis.



Año 1685. Un barco procedente de las Indias es interceptado por la Armada Real cuando se acerca a las costas españolas, con la intención de llegar al Puerto de Santa María, en Cádiz,  sus oficiales acusados de traición y encarcelados...., pero alguien mueve los hilos en la sombra para ayudarles, aunque el capitán de la nave desaparece misteriosamente de su celda sin dejar ni rastro.

          Época actual. Un grupo de amigos valencianos organizan un viaje de fin de curso. Las aventuras se precipitan cuando consiguen un mapa antiguo y una carta manuscrita de manera accidental, algo que implicará sus vidas de un modo sorprendente, para desvelar un secreto que lleva enterrado a los ojos de los hombres casi 400 años...

Distintos acontecimientos harán salir a la luz la revelación de unos sucesos que han permanecido ocultos en la Historia durante mucho tiempo. El enigma de una leyenda que ha vivido enterrada a los ojos de los hombres, toma cuerpo en un duelo de intrigas y ambiciones, amparadas en las luchas de poder de la nobleza, cuyos recuerdos subyacen en la lejana memoria del antiguo Imperio Español. Pasearemos por las antiguas calles del Puerto de Santa María, el Mediterráneo de los corsarios berberiscos, las selvas del Amazonas, el Caribe español y los palacios de la aristocracia del Siglo de Oro.

La epopeya de una trama que se mueve entre el presente y el pasado, en una época convulsa en la que conviven el amor y el conflicto, ambientada por batallas navales, piratas, oro, sangre y mafias modernas, entremezclados en un apasionante relato lleno de acción, suspense y romanticismo, dentro de un marco épico inigualable que mantendrá al lector en un hilo, emocionándolo a lo largo de todos sus capítulos.
 
Abre sus páginas, sumérgete en la Historia....
 
 Atrévete a implicarte en el misterio de su leyenda, acompañando a sus protagonistas en una impresionante trama, cuyo desenlace te va a sorprender de un modo jamás imaginado..., cuando se desvelen los secretos olvidados de un remoto pasado...
 
 

 

 

miércoles, 15 de julio de 2015

Aquel Cádiz de 1702 III.


 
 
El ataque de 1702

            La historia relata –como se relatan todas estas cosas–, que fue aquel fatídico día 23 de agosto de 1702, hacia las 17.00 horas que hoy día estableceríamos, cuando Danio Granados, vecino del Puerto de Santa María, en Cádiz, avistó la flota combinada anglo-holandesa asomando por la bahía, al mando del almirante británico sir George Rooke; estaba formada por 207 velas entre buques de combate, embarcaciones auxiliares y naves de transporte y un total de unos 14000 hombres armados (tripulaciones aparte). Manuel Danio Granados había estado observando el mar en la amplia bahía, pendiente de una nave que debía avisar del avistamiento de la flota enemiga, enarbolando una bandera roja.

            Fuera como fuere, debió suceder después del mediodía, a juzgar por los escritos que el propio gobernador de Rota, D. Francisco Antonio Díaz Cano, nos legó de su puño y letra, coincidentes con las confesiones de otras crónicas de testigos del momento. La flota asoma en el horizonte gaditano el 23 de agosto de 1702, entrando despacio en el primer seno de la bahía de Cádiz, para cumplir con las operaciones planificadas en virtud de la guerra declarada el 15 de mayo de ese mismo año, tras un complicado juego de intereses políticos en el marco continental de las coronas europeas. Habían salido de la isla de Wight el 12 de julio, tras tener que regresar a puerto para resguardarse de un fuerte temporal que había asolado la región, y en su ruta hicieron escala en Lisboa, donde desembarcaron el 19 de agosto para recoger al príncipe de Hesse-Darmstadt, que actuaría como representante y embajador del emperador archiduque Carlos de Austria, a fin de atraerse las simpatías del pueblo andaluz a su causa, misión que sería un auténtico fracaso. Al principio aparecieron dos naves holandesas. Más tarde fueron llegando retrasadas las demás que formaban el grueso de la flota aliada.
 


            La idea de sus generales consistía en tomar por asalto y ocupar varias de las ciudades del sur de Andalucía, sentando una serie de bases estratégicas que les permitiría sentar una base con puertos seguros a fin de servirse de ellos como avanzadilla, y les ayudaría a consolidar sus posiciones en el Mediterráneo, antes de continuar con la guerra que se estaba librando en la península, convenciendo a sus ciudadanos de la conveniencia de inclinarse a favor del emperador de los Habsburgo, y arropar la causa austracista contra el rey Felipe V, representante de la Casa de Borbón.

             Sin embargo, sabemos que en secreto se había preparado el ataque a la Flota de Indias con la idea de obtener un inmenso botín que además amortizaría los gastos de la guerra, y cuyo cargamento, escoltado por una gran flota de guerra francesa que provenía de la Habana, y se dirigía en aquellos momentos hacia Vigo, una vez alertados de la presencia aliada en aguas de Cádiz.

 
La Flota.

            La nutrida flota aliada que arribó a Cádiz ha sido largamente discutida, ya que entre los centenares de navíos que llegaron, se encontraban naves conocidas y menos conocidas por sus gestas en el mar, pero se barajaban alrededor de 207 bajeles, entre barcos de guerra, naves auxiliares y unidades de transporte, en las cuales había unos 14.000 soldados, tripulaciones aparte. La flota británica estaba compuesta por 30 navíos, 6 fragatas, 5 bombardas y 9 brulotes, que tripulaban unos 16.400 hombres sirviendo a 2570 cañones. La flota holandesa la integraban 20 navíos, 3 fragatas, 3 bombardas y 3 brulotes, con una dotación aproximada de unos 10.850 hombres.

            Al mando de la flota inglesa se hallaba el almirante Rooke, y al mando de la flota holandesa, el teniente almirante Phlips Van Almonde. La infantería inglesa la dirigía sir James Butler, duque de Ormond, y la holandesa el mariscal de campo, Barón Sparr.
 


            Entre los navíos más famosos de los que se tiene constancia aparecen:

 

FLOTA BRITÁNICA

Escuadra roja al mando del vicealmirante Thomas Hopsonn con su insignia en el Prince George.

– Association, 90 cañones.

– Monmouth, 70 cañones.

– Essex, 70 cañones.

– Cambridge, 80 cañones.

– Prince George, 90 cañones.

– Oxford, 70 cañones.

– Yarmouth, 70 cañones.

– Grafton, 70 cañones.


Escuadra azul al mando del contralmirante John Graydon con su insignia en el Triumph.

– Cumberland, 80 cañones.

– Lennox, 70 cañones.

– Berwick, 70 cañones.

– Triunmph, 90 cañones.

– Torbay, 80 cañones.

– Pembroke, 60 cañones.

– Northumberland, 70 cañones.

 
Escuadra blanca al mando del contralmirante Sir Stafford Fairbone con su insignia en el St. George.

– Barfleur, 90 cañones.

– Stirling Castle, 70 cañones.

– Burford, 70 cañones.

– St. George, 96 cañones.

– Expedition, 70 cañones.

– Chichester, 80 cañones.

– Swiftsure, 70 cañones.

 
Escuadra del vicealmirante de Inglaterra almirante Sir George Rooke al mando del insignia Royal Sovereign y de toda la flota.

– Kent, 70 cañones.

– Boyne, 80 cañones.

– Bedford, 76 cañones.

– Royal Sovereign, 110 cañones.

– Ranelagh, 80 cañones.

– Plymouth, 60 cañones.

– Eagle, 70 cañones.

– Somerset, 80 cañones.


Fragatas

– Sorling, Dunwich, Lowestoft, Lynne, Adventure y Poole.

 
Corbetas

– Newport y Flamborough.

 
Bombardas

– Mortar, Granada, Terror, Firedrake y Basilisk.

 
Brulotes

– Vulture, Phoenix, Lightning, Terrible, Griffin, Hawke, Hunter, Fubbs Yacht y Paramour Pink.

 



FLOTA HOLANDESA

Escuadra del Mosa al mando del vicealmirante Van der Goes con su insignia en el Zeven Provincien.

– Holland, 72 cañones.

– Veluwe, 64 cañones.

– Zeven Provincen, 90 cañones.

– Dordrecht, 72 cañones.

– Wassenner, 64 cañones.

– Aemilia, 64 cañones.

 
Escuadra de Amsterdam al mando del Teniente Almirante Van Almonde con su insignia en el Vrijheid.

– Handerbroek, 50 cañones.

– Het loo, 64 cañones.

– Reigersberg, 72 cañones.

– Vrijheid, 94 cañones.

– Unie, 92 cañones.

– Gouda, 64 cañones.

– Katwijk, 72 cañones.

 
Escuadra del Norte al mando del Teniente Almirante Callenberg con su insignia en el Beschermer.

– Wulverhorst, 50 cañones.

– Uthrecht, 64 cañones.

– Enkhuizen, 72 cañones.

– Beschermer, 90 cañones.

– Arnhem, 64 cañones.

– Alkmaar, 72 cañones.

– Slot van muyden, 72 cañones.

 
Fragatas
 
– Gorkum, Beschutter y Wolf.

 
Bombardas

– Salamander, Geweld y Schrik    .

 
Brulotes

– Olijboom, Eendracht y Salamander.

 
Naves auxiliares para transporte, avituallamiento o sanitarias de distintas clases y portes.