martes, 25 de diciembre de 2012

LA AVENTURA DE NAVALUENGA.- CAP. 6

Cuando salimos aquella noche, fuimos a buscar a las chicas, y volvimos para entrar en la discoteca, pero entre el aspecto que llevábamos y que cobraban la entrada (mi amiga no aparecía por ningún lado), nos quedamos en la calle, sin un duro y sin saber qué hacer...., sin embargo, éramos conscientes de nuestras capacidades de supervivencia, y como estábamos de aventuras no íbamos a naufragar tan pronto, por lo que se nos ocurrió que a lo mejor podíamos colarnos en la discoteca escalando alguno de los muros que la rodeaban, ya que ésta se encontraba en una finca que tenía calles por los cuatro lados......

Ni cortos ni perezosos, rodeamos la finca buscando el punto más débil. Desde fuera escuchábamos la música y la gente en su interior, pero no podíamos ver nada porque eran altos, así que llegamos a un callejón muy estrecho situado en el lado opuesto a la entrada, que tenía una pequeña fila de piedras en el suelo a las que pudimos subirnos. Varios niños que nos observaron se sumaron a nuestra idea engrosando el número de intrusos que pretendían colarse en el baile. Estábamos contentos de haber podido escalar el muro, pero cuando nos asomamos......¡sorpresa!, habíamos ido a elegir justo el lado en el que estaba la orquesta tocando, de modo que cuando nuestros medios cuerpos asomaron a lo alto del muro, todo el mundo nos descubrió y empezó a apuntarnos, mientras alguno de los niños incluso les saludaba alegremente. Alguno de los músicos llegó a mirar atrás para ver qué coños pasaba a sus espaldas...., de ésta manera aparecimos una docena de gente en el muro..... Fue en esos momentos cuando observamos al vigilante se seguridad que al descubrirnos salía de estampida a la calle, por lo que tuvimos que salir como Speede Gonzalez con el gato...., como siempre, corriendo como alma que lleva al diablo...., mientras los niños se desparramaban por  todas las calles del pueblo gritando.

Atravesamos calles y calles riendo como posesos, y fuimos hasta la plaza del pueblo, donde me reencontré con un amigo que se había licenciado del ejército un mes antes que yo, nos llevábamos de puta madre, estaba con sus hermanos y sus amigos, por lo que nos unimos al grupo, nos invitaron a beber cerveza, y pudimos recomponer fuerzas.....

Dijeron que se iban a otro sitio, y como nos cortaba ir sin poder invitar, nos quedamos y nos pusimos a darle a la imaginación para conseguir beber esa noche al precio que fuera...... Entonces, se nos ocurrió acercarnos a la calle más concurrida de bares y tocar la guitarra para sacar dinero, así lo hicimos, por lo que después de buscarnos un buen rincón y acomodarnos, empezó a sonar la música mientras cantábamos canciones de los chichos, los beatles y otras, primero sentados en una de las calles cercanas a la plaza, después paseando por las terrazas de los bares, al tiempo que pasábamos mi gorra negra marinera (aún conservo en casa esa gorra como recuerdo de mil aventuras....), para que las personas echasen monedas dentro. La gente nos miraba con una mala ostia que no veáis, como diciendo ¿y estos jilipoyas qué es lo que quieren echándole tanto morro?, mis amigos iban por la acera y yo me metía entre las mesas, poniendo la gorra delante de los sorprendidos turistas...., aunque me entraba la risa y al final no era capaz de engañar, mis amigos me decían “pero no te rías, joder”, si es hoy me dan bofetadas hasta en el titulo de patrón, ja,ja,ja....., todavía alguna churry a la que le hicimos gracia nos echó alguna monedilla....pero como no cayó mucho nos fuimos al puente del río, y en el camino seguimos cantando con la guitarra, con tan mala suerte que nos cruzamos con unos gitanos en una calle que hacían lo mismo que nosotros, y ya nos miraban con aire asesino, cuando decidimos irnos.....

Casi desesperados llegamos al puente del río. Para entretenernos fuimos a un bar de verano de las cercanías, allí nos encontramos de nuevo a las chicas (que se fueron cuando lo de la discoteca), y a sus hermanas mayores con sus amigas....aunque de momento no nos hicieron mucho caso, por lo que seguimos río arriba hasta llegar a un local que se llamaba el Arlequín, ya no sé si existirá, es un bar de verano muy grande, que tenía una terraza interna con mesas bastante amplia, donde entramos, nos sentamos y comenzamos a tocar cantando canciones de los beatles que se nos daba bien, también de los chichos, leño, tequila y de otros grupos....

De pronto, la gente que paseaba por las orillas del río, cuando escuchaba música, entraba en el local pensando que había alguna fiesta, y como estaban ya dentro se sentaban en la terraza pidiendo consumición, sin dejar de prestarnos atención,  y el local se atiborró de personas, que comenzaron a mirarnos mientras tocábamos como si ahora fuésemos nosotros los músicos. Cuando el dueño lo vió nos trajo dos vasos grandes de 2 litros llenos de agua de Valencia y nos dijo "venga, chavales, seguir que lo estáis haciendo de puta madre", por lo que la gente empezó a gritarnos las canciones que querían que tocásemos, y nosotros tan cumplidores, lo hacíamos, luego nos aplaudían.

De pronto empezamos a pasar la gorra por el local, justo cuando las hermanas mayores de nuestras amigas también entraban en el bar de verano, la gorra llegó a despistarse sin saber dónde estaba, y cuando hizo la primera ronda, había montones de monedas y algún billete....seguimos cantando y cantando, la gente aplaudía, pedía canciones, la hermana más mayor de nuestra casera dijo que si cantábamos la canción de los Chichos Heroína, sus novios nos echaban bien de dinero, y la canción nos quedó "bordá".....la gorra volvió a circular, y regresó con otro montón de monedas, nos mirábamos y no podíamos creer lo que estaba pasando....

Después entraron en el bar de verano mi amigo de la mili y sus amigos que venían de ganar un partido de futbol en las fiestas, con el trofeo y todo, nos invitaron para celebrarlo, pidieron cerveza, más agua de Valencia, cubatas....nos sentamos con ellos mientras seguíamos cantando, la cogorza que nos cogimos no entra en los anales de la Historia, de madrugada salimos tajaítos perdidos con todos los amigos, íbamos todos unidos por los brazos cantando la canción esa que dice..."la infanta doña Elvira, se tocaba el chiriví con una lira, la infanta doña Isabel, se tocaba el chiriví con un clavel, ay que ver con las infantas, como abusan del aroma de las plantas, y eso está muy bien.....

No recuerdo a qué hora llegamos a casa, solo recuerdo que al volver, acompañamos a casa a nuestra amiga la casera, y delante de la puerta, mientras mi amigo tocaba la guitarra los demás cantábamos canciones del rocío y ella bailaba....en mitad de la calle del pueblo....

También al regresar me encontré con mi amiga Inmaculada, que lógicamente también volvía a casa, y me hicieron ir a acompañarla mientras soltaban indirectas para que fuera "especialmente cariñoso" en la puerta....aunque eso hubiera estropeado la amistad....

Cuando llegamos a casa estábamos para el arrastre pero teníamos una fortuna que nos permitió comer, beber y salir al día siguiente a lo grande.....aunque aún no acabaron las aventuras....(continuará).

martes, 18 de diciembre de 2012


¡FELICES FIESTAS Y FELIZ AÑO NUEVO 2013! para todos mis lectores y amigos, así como para el resto del mundo....espero que el nuevo año os traiga mucha felicidad y que se cumplan todos vuestros sueños......muchas gracias de todo corazón, a todos los que visitáis este espacio....un fuerte abrazo de este escritor.

Fernando.

domingo, 2 de diciembre de 2012

LA AVENTURA DE NAVALUENGA.- CAP. 5

Mañana rutinaria de río, paseos y reportaje de víveres, perteneciente al cuarto día de campaña. Después de comer compartimos con los amigos de nuestras amigas, un partido de pelota vasca en un polideportivo, en la que yo no puedo decir que estuviese a la altura, lo cierto es que nunca he sido precisamente olímpico en este deporte, aunque confieso que uno de los amigos hizo lo que pudo porque yo participase en mis turnos, mostrando una forma de ser bastante sociable y abierta que nunca he olvidado. Aquella tarde vinieron las chicas a buscarnos, porque habían decidido compartir con nosotros el placer de conocer sus posesiones en el reino de Navaluenga, que siempre es de agradecer, paraje en el que el abuelo de la familia disfrutaba de un huerto y un rincón donde perderse, por lo tanto, la lindísima hermana mayor de nuestra anfitriona, se ofreció para acercarnos con su coche, ya que había que subir una montaña, y las delicadas damiselas no estaban dispuestas a sudar tanto. Cuando la cabeza de familia nos recogió, nos fuimos todos a la cabaña de la sierra. He de dejar constancia de que el lugar era realmente de ensueño, ubicado en lo más profundo de la agreste sierra, escondido entre frondosas arboledas gigantescas, bosques de ortigas (de las que fui víctima a conciencia), y un caudaloso arroyo que arrastraba sus aguas por las enormes peñas abajo con ímpetu y belleza.

Al llegar al río, que era bien ancho en el punto por donde la vereda circulaba, había que cruzar saltando por unas piedras, aunque éstas tenían su misterio porque no estaban muy juntas, ya que no era el puente de San Francisco, hemos de recordar que entonces corrían los ríos en verano, y éste llevaba buena corriente. A la hermosa hermana mayor de nuestra amiga, le daba miedo cruzar, y yo, tan caballeroso siempre, me ofrecí para ayudarla, con tan buena suerte que al hacerlo caí al río como Dios manda......, así me sorprendí metido en el agua hasta las rodillas mientras era espectador de las risas de mis amigos....Como ya estaba dentro del río, me fui a la orilla y traté de cruzar a la jefa en brazos (contando con que ella se agarraría bien para no caerse), y después al resto de las chicas una por una, caminando por dentro del agua, pero les había asustado tanto mi caída que se negaron en redondo a usar semejante medio de trasporte, y optaron por cruzar con ayuda de palos para no sufrir la misma suerte que yo en mi aventura náutica.....Una vez en la cabaña, la rubia dijo que se marchaba y que en un par de horas venía a buscarnos de nuevo con el coche, el resto de las féminas nos sacó un aguardiente casero del abuelo que quitaba la respiración, orujo de más de 50 grados, como lo que bebían antiguamente en los pueblos para desayunar, y nos pusimos todos como motos....; cuando caía el sol volvimos al punto de encuentro para tomar el coche, mis pantalones estaban empapados igual que las zapatillas, pero el sol les iba secando poco a poco; mientras la rubia volvía a buscarnos, encontré un palo entre los arbustos que me dediqué a tallar al estilo maorí con mi cuchillo, es curioso, quedó convertido en un hermoso souvenir, lleno de imágenes y bajorrelieves, pero este palo quedó allá en Navaluenga como huella de nuestro paso......siempre me pregunté qué pensaría de él quien lo encontrase en la casa, colgado de la farola exterior que estaba junto a la ventana de la cocina.

Al volver a casa, nos repartimos por las habitaciones haraganeando para hacer tiempo, y en un momento que coincidimos todos en la cocina, para hacer planes, apareció un grupo de 2 o 3 niños que pasaban abajo por la calle caminando. No recuerdo bien quién dijo algo a uno de los niños, que le animó a comenzar a vacilarnos con descaro, y entonces mi hermano, que tenía una navaja automática en las manos, con la que se entretenía abriendo y cerrando, se la enseñó, a lo cual el niño salió corriendo mientras gritaba...¡mamá, mamá, que me quieren matar....! y nosotros nos rompíamos las mandíbulas. El caso es que al poco tiempo vemos aparecer de nuevo al niño en la calle en compañía de su madre, una hermosa madrileña morena de pelo largo, bien vestida y mejor arreglada, a la que el niño contaba que éramos nosotros los asesinos, apuntando con el dedo. La madre nos interrogó mientras nosotros decíamos ¿qué? ¿cómo que una navaja? no sabemos nada.....La madre se llevó al muchacho y mientras regresaban, el niño miraba atrás y nosotros nos llevábamos el dedo al cuello haciendo un movimiento transversal, como indicando que se lo íbamos a cortar....a lo que el niño se agarraba fuerte al brazo de la madre diciendo ¡míralos, mamá, míralos...!, y nosotros nos tronchábamos de risa...., sin embargo, de nuevo teníamos los problemas de la economía, que nos amenazaba con hacernos pasar hambre, ya que aquella noche no sabíamos qué es lo que íbamos a cenar, porque la despensa estaba completamente vacía....

Hay quien dice que cuando las cosas se ponen feas, no hay mejor forma de encontrar la solución que dar un paseo por el campo, y si es en compañía, mejor, de manera que aquella tarde, antes de ir a cenar con las chicas, nos propusimos relajarnos un poquito y visitar un cercano bosque de robles que había a las afueras del pueblo, y que bajo la luz de un cielo gris plomizo mostraba una de las estampas más maravillosas que para un bohemio como yo, pudieran quedar grabadas en la memoria. El asunto es que caminando llegamos a un rincón rodeado de una valla de piedra, que servía de cerramiento a un prado de pastos, y al pasear encontramos en el suelo la página perdida de una revista mostrando la mitad superior de una mujer desnuda.....ignoro si se trataba de la revista Playboy, Lib, Penthouse o cualquiera de sus primas. Carlitos y mi hermano decidieron marcharse a la casa, aunque no recuerdo qué asunto les movió a dejarnos a Toño y a mí en el lugar.

Una vez solos como dos náufragos, nosotros decidimos esperarlos buscando la otra mitad de la hoja perdida (cosas que a uno se le ocurren cuando tiene que esperar y no hay otra cosa delante que una mujer en pelotas....), así que ni cortos ni perezosos, comenzamos a explorar la tupida alfombra de hojarasca espesa que se cernía por todo el lugar, moviendo con las botas las ramas y hojas apretadas. Al llegar a un punto de la valla de piedra, mientras mis pies peinaban las olas de hojarasca, toparon con algo que emitía un tintineo misterioso.

 Desenterrado el enigmático objeto, resultó ser una redecilla que contenía al menos 20 cascos de vidrio de distintas botellas, lo cual fue lo mismo que estar en alta mar perdido, y de pronto descubrir tierra a lo lejos...¿que por qué?, es sencillo.... En aquel tiempo, algunos comercios reciclaban los cascos de botellas, pagando a quien los aportase la nada despreciable cantidad, para nosotros, de 25 pesetas por casco, lo que hacía alrededor de 500 pesetas de la época. Toño y yo cogimos el hallazgo y corrimos como locos a avisar al resto. Habíamos encontrado un tesoro que nos permitiría merendar esa tarde de manera suculenta. Cambiamos los cascos en la tienda que había debajo de nuestra casa, y después visitamos el supermercado. Comimos como el rey Midas, y además nos sobró dinero para salir por la noche a tomar algo modesto, pero algo al fin y al cabo....no penséis mal, es que había que celebrarlo de alguna manera. Todo gracias al seductor cuerpo de una modelo que nos esperaba en el bosque. Pero aquello solo fué una solución temporal, y aún debíamos sobrevivir más de 48 horas.... La jornada del día siguiente sería relevante, y se podría decir que contiene lo mejor de esta historia…..algo que ha roto las barreras del tiempo entre los amigos y que dio nombre propio a la aventura.(Continuará).

lunes, 26 de noviembre de 2012

ESCÚCHAME...



"Lucha con la fuerza del tigre, vuela tan alto como el águila, sé tan fiel y valiente como el perro y algún día te sentirás orgulloso de vivir".

                                                                                         Fernando García de Frutos

sábado, 3 de noviembre de 2012

LA AVENTURA DE NAVALUENGA.- CAP. 4

La mañana que nos ocupa nos levantamos poco temprano, es normal, había que dormir la mona.....cuando lo hicimos, como estábamos pletóricos, nos pusimos a hacer guerra de almohadas, lo que unido a nuestro aspecto semejante al de náufragos, asimilaba la imagen del piso a la de un hospital psiquiátrico, aunque con más mierda y desorden aún, sin embargo,  en el transcurso de la apertura de nuestra agenda de aquel día, descubrimos una ventana en el muro de una de las habitaciones, que comunicaba con otra a través de élla, por lo que uno de mis amigos (no voy a decir el culpable, aunque los demás lo sospecharán) comenzó a lanzarse a través de ella haciendo el salto del tigre, una y otra vez, disfrutando como un niño en una tienda de golosinas, de manera que caía sobre la cama de la habitación contigua, con tan buena suerte que al caer sobre el segundo colchón, después de 3 o 4 lanzamientos, sonó un ruido sospechoso.....habíamos partido los palos que sujetaban el somier.....¿y ahora qué?..., de modo que planeamos buscar otros palos en el río, al fin y al cabo, se trataba de dos palos caseros nada más, la misión era sencilla. Aquel día cuando bajamos a bañarnos, nos dedicamos todos a buscar unos palos similares en las orillas...., pero resultó que no era tan sencilla la misión como al principio parecía, los que eran suficiente largos, eran demasiado delgados, los que eran suficiente gruesos, eran muy cortos, los que eran largos y de sección buena, estaban doblados......uffff.....¿dónde coños había unos palos?, recorrimos un buen trecho del río, alejándonos incluso un par de kilómetros dentro del agua, explorando orillas y fondos para buscarlos, parecíamos limpiadores del ayuntamiento, o que estábamos buscando un cadáver.

Las chicas, que no sabían lo que hacíamos, no paraban de preguntarnos ¿pero qué hacéis? ¿por qué no venis aqui con nosotras?, y nosotros les dábamos largas, todo el día buscando unos palos parecidos para luego volver por la noche a buscarlos....al final encontramos unos pero no se parecían ni por asomo, aunque pensamos que como iban ocultos bajo la cama, la madre no se daría cuenta del crímen....

Por la noche volvimos a salir, nos intercambiamos la ropa militar, como de costumbre, alguno iba con pantalones negros y camiseta heavy, otro con pantalón militar de camuflaje junto a una camiseta con rotos (que empezaba a estar de moda), mientras algún otro marcaba diferencia con ropa pija de colores vivos, y parecíamos atracadores en lugar de turistas…., si hubiera sido hoy, hubieran llamado a la Guardia Civil; en una de las calles, yo tuve la suerte de cruzarme con otra de mis buenas amigas, Raquel, que por aquel entonces era un bomboncito de talle de avispa y cara de niña buena, pero al intentar hablar con ella, mis amigos pensaron que quería ponerme a ligar sin respetar las normas de buen ciudadano (es decir, al novio que la cogía de la mano…), los otros veían problemas de guantazos en el acercamiento, por lo que optaron por agarrarme en mitad de la calle de los brazos y la cintura para no dejarme mover; como no podía ir con ella, comencé a llamarla entre la gente, y mis amigos me taparon la boca…., mientras yo emitía ¡hummmmm!, cuando la gente pasaba y me veían así sujeto, nos miraban de una manera muy rara, así que comenzaron a esquivar el lugar donde estábamos. El caso es que Raquel se alejó y no volvimos a verla en el pueblo.

Como no teníamos un duro teníamos que improvisar algo, ya que habíamos llegado al límite económico y nos quedaban 3 días más de sobrevivir, sin embargo aquella noche no podíamos hacer muchas locuras, será la siguiente cuando la necesidad alienta la imaginación….¡a ver si adivináis cómo logramos hacerlo!, había que tomar algo con las chicas, asegurarse el comer al día siguiente y al mismo tiempo que pareciera que todo aquello no estaba pasando, porque la madre de nuestra amiga comenzaba a olerse los desastres que estaban ocurriendo en su segunda casa….y si nos echaban de ella se acababa todo.…..(continuará).

jueves, 11 de octubre de 2012

LA AVENTURA DE NAVALUENGA.- CAP. 3

Al dia siguiente, comenzamos a bajar al río a darnos baños con las chicas.....(me ahorro los pensamientos masculinos mirando a las chicas en bikini y los comentarios entre hombres), aparte de aguadillas, peleas, desafios, juegos, etc, haciamos planes para por la noche y exploraciones del terreno por el día, en un tiempo en que el caudal venía en verano bastante bueno porque entonces llovía en invierno, a diferencia de lo que ocurre ahora, lo cual significa que el valle estaba amueblado de vegetación, lleno de estupendos fresnos, chopos, robles, acacias y gigantescos negrillos, que proporcionaban unas sombras de vicio, además de terrenos adornados de hermosas alfombras de hierba fresca y verde, en un entorno de ensueño dentro de uno de los parajes más acogedores de la geografía provincial de Ávila.

Aquella siguiente noche, la segunda de ellas, después de prepararnos y salir, nos encontramos con una amiga mía que nos contó que trabajaba en un pub de fiesta, Inmaculada, fuimos a verla y tenía a su vez una compañera de trabajo bien guapa que lo primero que la dijo a mi amiga cuando ésta y yo nos saludamos con un beso en la mejilla fue....."pero hombre, pégale un morreo por lo menos...." y comenzó a reír, mientras nos mirábamos todos alucinados....Mi amiga nos dió invitaciones para la apertura de la discoteca al aire libre de verano, que se inauguraba esa noche y la entrada era gratis, pero la consumición no, claro está (hasta ahí podía llegar),  pero andábamos algo cortos de dólares, menos mal que nuestra invitación sí incluía la bebida.....gracias a mi amiga la bebida se estiró algo y llegamos a casa a las 3 de la mañana cantando por las calles el "Cara al sol, con la camisa nueva, que tu bordaste en rojo ayer...",  a voces, despertando a los vecinos que no podían creer que unos chavales con nuestra edad conocieran aquella canción...., y mucho menos que la cantasen por la calle en plan de chunga.

Esa noche, como teníamos más hambre que los republicanos en la guerra civil, al pasar por una huerta, descubrimos un campo de ciruelos, y ni cortos ni perezosos nos metimos allá para hacer la cosecha....¡estaban de vicio!, pero fuimos descubiertos desde una ventana y nos tocó salir corriendo, saltando un muro de piedra en el que alguno estrenó el suelo, mientras nos llamaban de todo.....nos reíamos tanto que no podíamos correr de la risa, nos dolían las mandíbulas de tanto descojonarnos....pero las ciruelas sirvieron de cena rápida a la luz de la luna, pues de otro modo nos hubiésemos tenido que conformar con algo de pan y agua....

Cuando al fin llegamos al piso, estábamos tan soplaos y tan cansados que estuvimos durmiendo como osos en invierno; en aquel momento no sabíamos que las chicas ya habían decidido a quién elegían para ligar.....(yo seguía sin estar en el reparto), pero esto nosotros no lo sabíamos en aquellos momentos, pues en realidad, las relaciones de amistad ya se llevaban fraguando tiempo atrás en el instituto, y como yo había estudiado en otro diferente del de mi hermano y mis amigos, mis lazos con las chicas solamente consistían en una amistad nueva recién construida, y nada más....(Continuará).





martes, 2 de octubre de 2012

LA AVENTURA DE NAVALUENGA.- CAP. 2

La aventura que iniciamos en tan paradisíaco lugar, estaba programada para durar una semana, más o menos. He de confesar que Navaluenga nos acogió como a hijos propios, lo cual nos hizo sentirnos muy compenetrados con el entorno, un hermoso rincón ambientado por un río caudaloso, alimentado por arroyos diseminados por toda su sierra y arropado por una temperatura calurosa durante el día y agradable durante la noche, cuya guinda quizá resida en sus miles de veraneantes que amueblan sus ya de por sí atrayentes calles y comercios, todo lo cual convertía la pequeña urbe en un lugar tremendamente acogedor. 

Foto aérea de Navaluenga

Cuando llegamos al piso, situado si mi memoria no me traiciona, en la planta alta de un edificio de la parte este del pueblecito, siempre tuve la sensación de que la madre de nuestra amiga y dueña del inmueble, nada más vernos a todos, se arrepintió casi de inmediato de su generosa solidaridad, pero se mostró sumamente amable, dispensándonos las mayores atenciones. Por aquel entonces todos los integrantes del grupo teníamos la costumbre (en ocasiones la seguimos teniendo), de usar ropa militar como uso común, porque era cómoda, adaptada al terreno de aquellos parajes, apropiada para un puñado de aventureros a los que cualquier cosa venía bien, por lo que parecíamos una colección de mercenarios a sueldo, alguno sin afeitar y oliendo a tigre por el viaje y el calor, y éste es el aspecto con el que aparecimos ante la encantadora madre de nuestra hermosa amiga.

Nos cambiábamos la ropa unos con otros, sin pararnos mucho a pensar en la elegancia de nuestra indumentaria de andar por casa,  y sinceramente....dábamos grima.....pero el auténtico problema, no dilucidado hasta que estábamos allí,  fue que habíamos calculado mal el dinero que necesitaríamos en la semana prevista para sobrevivir, con lo que apenas llevábamos unas monedas con un par de billetes pequeños por cabeza, y al día siguiente no teníamos un céntimo, sin embargo, hicimos realidad el empeño de la película "55 días en Pekín" aguantando 6 días con sus noches....¿que cómo lo hicimos?, no os lo perdáis.....

El primer día decidimos en consejo de guerra (nunca mejor dicho), y por seguridad, meter en el cajón de una cómoda el dinero del coche de línea para la vuelta, por si las cosas se ponían jodidas, tener el billete de regreso asegurado, luego exploramos el piso repartiéndonos las habitaciones, antes de estudiar un programa de turismo, para continuar con una rápida incursión a la tienda de comestibles que nuestra exquisita anfitriona (más bien sus papis), tenía en el pueblo, y que regentaba la hermana mayor....un pedazo de rubia de miel y melaza que al cronista se le alojó en el corazón....

La primera noche en que nos habíamos reunido ya con las chicas en el pueblo, como es de caballeros, les invitamos a tomar algo en un pub cercano a la plaza; entre las acompañantes femeninas iban la hija de la dueña del piso (la más guapa y coqueta), su prima y su amiga, las cuales aprovecharon que les invitábamos para columpiarse tomando sus caprichos sin cortarse un pelo, y no sabíamos que nos iban a meter un sablazo que nos sometería a hambre y miseria el resto de la aventura.....por lo que esa primera noche comenzaron nuestros problemas económicos....aunque esto no se lo dijimos a las chicas...., claro que ellas no nos dijeron que se nos estaban repartiendo para ligarnos (yo no estaba en el reparto)......sin embargo, los elegidos no se daban cuenta, y algunos chicos del pueblo comenzaron a tener recelo con nosotros, porque pensaban que habíamos salido de la serie de televisión El Equipo A...., y que nuestra intención auténtica consistía en tomar por asalto el pueblo comiéndonos todo lo que fuera comible o no...                                                     
                         
A las 2 de la madrugada de aquel primer día, un poco soplaos por las copas, un poco emocionados por la aventura, un poco cansados por trasnochar, un poco cautivados por el ambiente y un mucho descolocados por los números, nos sorprendimos en consejo de urgencia decidiendo cómo coños nos lo íbamos a montar para poder comer los siguientes días, haciendo planes y contando una mitad del dinero que quedaba, que no llegaría al tercer día ni estirándolo con cuerdas, pero empezamos a echarle imaginación...., los vapores etílicos fueron el estimulante que le quitaba drama a los detalles, de modo que nos lo tomamos con buena filosofía....esa noche junto a la mañana siguiente escuchamos a algunos paisanos de dentro y de fuera del lugar,  hablar sobre nuestra vecina de abajo, una viejecita invisible que tenía fama de reservada, tacaña e insociable, además de borracha (en nuestro estado no podíamos criticarla), pero de momento no llegamos a establecer un primer contacto visual para calibrar el alcance del enemigo;  conocímos a algunos chavales del pueblo, había de todo, entre ellos un muchacho "bien", creo que de Madrid, que pretendía a la dulce hija de la dueña del piso, nuestra anfitriona, sin saber que ella tenía puestos los ojos en uno de nuestros "invasores"....(Continuará).

jueves, 20 de septiembre de 2012

LA AVENTURA DE NAVALUENGA.- CAP. 1

Las aventuras infantiles y juveniles forman parte de nuestra vida, son un apunte importante en el diario de nuestra existencia que mantienen viva nuestra memoria mientras conservan la llama de los recuerdos más exquisitos y más sublimes, formando en cierto modo un pequeño y teórico legado que algún día contamos a nuestros nietos.

Relatar nuestras vivencias, se puede comparar con escribir la novela de nuestra vida, y en este sentido es importante porque cada vida es única, y cada aventura también, y además ambas solo existirán una vez en la historia de la humanidad, puesto que serán totalmente personalizadas, llenas de humor, temor, sentimientos, experiencias, reflexiones.....y con el tiempo, son la mejor escuela a la que tendremos la oportunidad de asistir jamás.

Cuando lo hacemos, estamos volviendo a vivir aquella aventura de algún modo, al mismo tiempo que brindamos algún tipo de homenaje a quienes la vivieron con nosotros, a quienes compartieron su momento con el nuestro, a quienes estuvieron a nuestro lado en aquellos escenarios, que solamente durarán el fogonazo de un instante que perdurará en nuestra mente para siempre.....

Esta aventura que os voy a relatar ocurrió hace muchos años, y lo que podréis leer está contado letra por letra, con fidelidad,  tal como lo vivimos en el pequeño pueblecito de Navaluenga, en el sur abulense, un grupo formado por dos amigos y dos hermanos......, por ello quiero con estos apuntes rendir un homenaje a mi hermano Miguel, y a mis amigos Antonio Moreno y Carlos Rodriguez, por un lado, que fueron los protagonistas de aquella aventura a mi lado, y al resto de todos los demás amigos que no estuvieron en ella, por otro.

Levamos anclas.....

Agosto de 1988. Mis amigos preparan una escapada a la localidad de Navaluenga, quieren hacer una acampada con la tienda de campaña, mientras yo estoy aún cumpliendo con mi servicio militar....como yo quiero ir con ellos (no me lo hubiera perdido por nada del mundo....), tengo que hacer malabares para convencer a mis mandos inmediatos de que me permitan coger unos días....que no olvidaría jamás....

La acampada se modifica debido a que unas buenas amigas que allá tenemos, poseen un piso vacío de 3 dormitorios sin alquilar, y nos lo ofrecen para pasar esos días. El grupo lo formamos el que relata, mi hermano y los dos amigos de Ávila. Ilusionados cogemos un autocar y nos ponemos rumbo al pueblecito, un entorno que cuando son fiestas multiplica su población por 10, sobretodo gente de Madrid, hacen unas fiestas de pánico, con chiringuitos estupendos, en verano piscinas naturales de vicio y unas chicas de infarto. La guagua, como llamamos al autocar que nos lleva allá, viejo, gastado y que se mantiene en pie de milagro, asciende penosamente por  la carretera N-403, que envidia a los senderos de la sierra agreste, avanzando a una velocidad semejante a la del triciclo de un niño de dos años en un arenal, ambientado por paisanos que llevan a bordo gallinas, maletones como petroleros, sacos de ropa, redecillas con fruta, sacos con aperos, etc.... pero es lo que había entonces.

Ibamos a ser cinco amigos, lástima que uno de ellos, Miguel el Fisio, un buen amigo y la segunda guitarra que tanto echaríamos de menos, se quedó en tierra porque se tenía que operar de la nariz, ya que la tenía deformada desde hacía años, y lo empeoró un choque frontal accidental con otro amigo, por lo que no estuvo en la aventura, no sabéis cuánto lo lamentaría después.....Cuatro protagonistas, todos aventureros hasta la saciedad, que habíamos protagonizado juntos montones de escapadas, rebeldes, atrevidos, sin temerle a nada, deseando que ocurrieran cosas nuevas, dispuestos a todo, sin compromiso con nada ni con nadie que no fuésemos nosotros mismos, en un entorno de película. (Continuará).

sábado, 1 de septiembre de 2012

Filosofía de la vida...


"El hombre que no teme a las verdades, jamás temerá a las mentiras..."

                                                                                                          Fernando García de Frutos

lunes, 20 de agosto de 2012

SÍSIFO PODRÍA SER ESPAÑOL...

Hoy es martes. Es un día horrendamente caluroso de julio, o es que yo soy un hombre habituado al frío. Desde mi modesta ventana miro el mundo que me rodea, y en el marco del paisaje que me envuelve, he de esforzarme por pensar que existe una realidad que, desde este pequeño hueco, no acierta a trasmitir ciertamente todo su presente sobre el panorama global que a pesar de todo, sabemos que está ahí fuera, esperando a que salgamos de nuestro hogar, para invadirnos como un virus, para tomarnos en cuerpo y alma, haciendo que ya no seamos nosotros, sino un plato más del monstruo que lo devora todo....

España ya no es la misma. Cuando recuerdo mi niñez, recuerdo momentos especiales junto a mis padres. Las familias salían los fines de semana, iban a misa, tomaban el aperitivo, se reunían con sus vecinos o sus amigos, asistían a las verbenas de los barrios, celebraban las navidades con ilusión, festejaban los cumpleaños con entusiasmo y viajaban a la playa en verano, con sus trastos, para encontrarse otra vez con sus vecinos, sus conocidos o sus amigos, pero si no se conocían......¡qué más daba!, todos éramos iguales, vivíamos sumergidos en una carrera tradicional que proporcionaba más o menos el fruto de lo que cosechábamos, limitados a estrecheces pero con la felicidad de saber que había un futuro detrás de la puerta, que metro a metro alcanzaríamos los sueños diseñados en nuestra mente, criaríamos a nuestros hijos y envejeceríamos con una sonrisa en los labios, porque, de algún modo, merecía la pena envejecer....

En el presente algunas de éstas cosas se continúan haciendo, pero entonces había ilusión, ganas de vivir, ganas de trabajar, espíritu por compartir y por ser uno mismo, de levantarse por la mañana porque confiábamos en seguir avanzando, el ambiente y los entornos eran sanos, porque todo el mundo respetaba a los demás, pero sobretodo, podías confiar en el estado del que formabas parte, porque existía un orden, una justicia, había fe hacia lo que éramos y lo que hacíamos. Mis recuerdos pasan por los días que bajábamos a pescar al río, en compañía de amigos, que ciertamente no eran la expedición del año, sin embargo, para nosotros eran aventuras importantes, era lo que hacíamos todos, no había tantos canales de televisión ni había internet, y así crecimos creyendo en un protocolo de vida, en un código de conducta que ha servido para educar un pensamiento, en lo que era bueno y lo que era malo, a distinguir la vida o el ocio, de la locura y la muerte.

Hoy el mundo ha cambiado. La relación entre las personas es totalmente distinta. Existen amigos en todas partes, cómo no, pero las personas ya no pueden decir que viven, sino que sobreviven, lo cual condiciona totalmente sus existencias; una gran mayoría no pueden subsistir siquiera en condiciones normales, y esto no les permite tomar unas vacaciones o irse los fines de semana a algún lugar, por lo que sus hijos jamás conocerán aquellas aventuras tan baratas, tan constructivas y tan importantes como las que yo conocí. Con suerte, quienes tienen trabajo desearán apurar los últimos años que les quedan antes del colapso total, antes del pedo social en fase terminal. En estos momentos, los enemigos no son los ingleses, los americanos, los rusos o los comunistas, tampoco los extraterrestres, sino nuestros propios mandatarios, nuestros protectores, nuestros enemigos son además de los políticos, los jueces, los policías, los médicos, la iglesia, todos aquellos que por sacar el más mínimo beneficio de su trabajo o su cargo, nos venden y nos usan como carnaza para tiburones; antes salíamos a la calle y nos cruzábamos con los habitantes de nuestra ciudad, con nuestros vecinos, caminábamos contentos porque estábamos entre gente que nos arropaba con su presencia, ahora cuando sales a la calle estás vendido, no tienes derechos como antes, sino que te juegas la piel en cada esquina, como lleva ocurriendo medio siglo en Cuba, Colombia, México, Venezuela o los países de oriente. Las personas son un cajero automático, cuya vida o cuya muerte, pueden suponer un puñado de euros si se les explota adecuadamente, y si no se les puede explotar, se les mata directamente para quitarles lo que tienen.

Hace un montón de décadas, aún existían dirigentes y políticos que destacaban de manera discreta por encima de los vicios y la perdición, pocos pero alguno había; en tiempos de aquellos gobernadores civiles que imponían obediencia, marcando más o menos lo que se debía hacer, mientras los alcaldes escuchaban al pueblo, para ver si se podían hacer algunos proyectos básicos que fueran para beneficio común. Claro está, ya sabemos lo que ocurrió con el reparto de tierras, fincas, poder y cargos después de 1939, era algo obvio, se trataba del botín de los vencedores y el destino de los vencidos, sin embargo, de alguna manera se organizó el país, y conseguimos crecer, poco a poco pero de una manera extraordinaria, aunque el fascismo seguía allí en la sombra marcando límites. Sin embargo, no era un absolutismo total y radical, solo era un absolutismo relativo. Si los dirigentes tenían suficiente, el pueblo podía tener suficiente, incluso aunque hubiera ricos y pobres, como siempre. Pero los listos podían triunfar, y los tontos, aprender de los listos. Sin embargo, ahora, la canalla que asola España, jamás tiene suficiente...

Ahora esto ha cambiado. Ya no hay listos ni tontos. Ahora hay corruptos y víctimas de los corruptos, y si me paro a pensar, no sé dónde ubicarlos exactamente. Un pueblo que goza de una mentalidad distinta ya no es aconsejable para los corruptos, porque la cultura favorece la lucha y la libertad, y esto obstaculiza los robos sin medida, el descontrol y la mafia. Hemos vuelto a la Francia del absolutismo hermético anterior a 1793. El pueblo español trata de sobrevivir a duras penas, pero le da lo mismo, porque cada pasito avanzado es retrasado de una patada que le lanza hacia atrás de nuevo. No importa lo que trabajemos, lo que ahorremos, lo que nos esforcemos en crear, lo que nos rompamos la espalda en obtener.....porque al final nos lo van a robar todo de nuevo igual. Es una tarea casi ridícula intentar vivir en paz, pues la guerra nos la traerán al domicilio los políticos o las bandas organizadas, aunque solamente sea para tener una excusa con la que destruirnos.

Lo más gracioso de todo es, que en el fondo, somos parcialmente culpables de nuestra propia desgracia. Suena mal, es cierto, pero es la verdad. Nos juntamos ante las urnas para conceder todo ese poder inmenso, absoluto, mayoritario y fascista a un puñado de mentirosos, que se frotan las manos pensando cómo coños van a gastar toda la montaña de dinero que les va a caer encima de una manera tan fácil. Y entonces comienzan a reír ante las cámaras de televisión como posesos. Y se abrazan unos a otros como si fueran marido y mujer, a pesar de que en el fondo se odian. Y se vitorean los unos a los otros a pesar de que no se quitan ojo, porque no se fían de quien saben que es tan ladrón y tan falso como ellos. Pero ahí están. Lo han logrado. Ahora nos las harán pagar....¡pero si les hemos puesto en el poder nosotros!, da igual......nos las harán pagar de todos modos.....tienen la mayoría absoluta, o aunque no la tengan da lo mismo, ya se negociará con la oposición a base de dinero, y la usarán contra aquellos que les ayudaron a subir, porque son corruptos, son una lacra maldita que ya no conoce pueblo, ni país, ni dogmas ni principios.....solo conoce del poder y del dinero. Ese dinero por el que viven, por el que destruyen, por el que venderían  su madre a un gitano, por el que niegan incluso a Dios.....

Ahora cuando salgo de casa, alejándome de esta pequeña ventana, ya no observo todo aquello que veía en mi niñez. Los pueblos se están quedando abandonados, los negocios cada vez tienen menos gente (salvo que haya partido de fútbol, claro está) y acaban quebrando antes de echar el cierre, los rincones junto al río quedaron vacíos y solitarios (como ahora ya no llevan agua ni en invierno), la tristeza y la desesperanza flota en el aire como una epidemia virulenta que mata a quien la respira, provocando odio, ira, deseos de venganza, violencia, rebeldía, palabras duras.....un teatro muy diferente del que yo veía cuando de niño viajaba con mis padres por ahí....en que se comentaba y se criticaba como siempre, pero con una ingenuidad sencilla y humilde. Los hombres buscan el consuelo en el alcohol o el suicidio, algunos vuelcan su pesadilla en la familia y acaban divorciándose o separándose, los jóvenes se ponen hasta el culo de drogas y rompen todas las reglas legales.....

Mientras todo esto ocurre, el gobierno predica con descaro la acumulación de 68.000 millones de euros para que paguemos una deuda que, ciertamente, es verdaderamente irónica, pues ahora mismo, no solamente hemos de saldar la deuda pública del estado que un montón de delincuentes han causado, sino que además hemos de saldar la deuda de entidades privadas, como si fuésemos accionistas forzosos de esas entidades, sabiendo como sabemos que la mitad de todo ese dinero lo robarán delante de nuestras narices en cuanto se haya acumulado, así sin más, porque se les pone por los cojones.....porque quieren hacerlo y lo hacen.....¿y quién se lo va a impedir?, para poner la guinda, continúan negociando con los terroristas que nos han masacrado y hecho pedazos, porque lógicamente se trata de muchos votos, y devolver a la calle a un criminal con 200 antecedentes penales a las espaldas, la mitad de ellos por asesinato, es algo que se puede pasar por alto, sobretodo si se consigue el apoyo de los pueblos del norte.

No importa que mañana vuelvan a subir la luz, el gas o la gasolina por quinta vez en 8 meses,  que el IVA alcance el 21% o que lo haga el 50%, porque nuestra historia en España es similar a la del pobre Sísifo, que fue condenado en el Tártaro a estar eternamente subiendo una gran roca a lo alto de una montaña, para una vez arriba, dejarla rodar hasta abajo después, bajar y comenzar de nuevo......todo un ejemplo de empresa práctica que avanza y evoluciona en el tiempo.....exactamente igual que la economía y el futuro de España.

Como el pobre Sísifo, volveremos una y otra vez a cebar las huchas de este puñado de mercenarios, para seguir en la miseria, trabajando de sol a sol sin tener nada por lo que vivir ni por lo que luchar, nada por lo que levantarnos por la mañana, nada por lo que mirar a nuestros hijos, porque no merecerá la pena, ya que mañana, o dentro de 2 meses, o de tres.....volverán a aumentar los diezmos fascistas al estilo nazi, bajo amenaza de arrojarnos hasta de nuestras propias casas si no les llenamos el saco para irse de putas y de banquetes, mientras las familias cuentan los últimos céntimos en una mano para poder llegar a fin de mes, rezando por tener suficientes para pagar la próxima letra, pues lo único que les queda es encerrarse en su hogar y llorar....anclados en su impotencia, pensando que quizá si se repite lo del 36, a lo mejor se le lava la cara a este país ensuciado por sus propias inmundicias humanas, o como poco, se comienza de nuevo, con lo que entonces sí se hará la auténtica reforma necesaria.

Cuando esto ocurra, no debemos olvidar reclamar a Europa los miles de millones escondidos por toda esta ralea de sicarios salidos de las cloacas, en los cientos de cuentas numeradas repartidas por paises como Andorra, Suiza, Holanda, etc, que son nuestros, robados de nuestras arcas y evadidos a países en vanguardia, para cuando las cosas se pongan feas, salir como jodidas gallinas espantadas hacia los paraísos fiscales, donde les aguardan sus botines, que les permitirán vivir lo poco que les queda de sus miserables existencias, imitando a los jeques.

Quizá el bueno de Sísifo bien podría haber sido español. Su condena y nuestra condena, son evidentemente similares. Quizá aprendimos de él, en un momento dado nos atrajo la curiosidad de sus maniobras, y ahora estamos tratando de imitarlo, pero en todo caso, nosotros, a diferencia de Sísimo, tendremos un fin, tendremos un final, en el que no nos quedará nada, ni siquiera nuestra historia, para que alguien en algún lugar, mucho tiempo después, nos pueda recordar......

Ávila, 17 de julio de 2012


lunes, 13 de agosto de 2012

MI CRUZADA


"Alcé los brazos al cielo, esperando vanamente abrazar al mundo, y hoy he sido capaz de abrir mi corazón y guardar en él al universo entero...."

                                                                                                  Fernando García de Frutos 

martes, 31 de julio de 2012

LIBRERÍA-MUSEO DE LAS NAVAS: La aventura de un rincón especial.

Hay ocasiones en que la imaginación y el talento de algunas personas, ayudan a potenciar y difundir la cultura, el arte o el turismo multidisciplinar, gracias a su trabajo, a su esfuerzo unido a sus ideas diferentes de las de los demás. Cuando esto sucede, suelen nacer proyectos especiales, importantes, que abren las puertas a rincones que resultan ser tan especiales como esos proyectos que les permitieron existir.

Existe un principio filosófico que postula que no solo son grandes los hombres que figuran en grandes hechos, sino también aquellos que con pequeños hechos mueven el mundo, aunque esos hechos no figuren en importantes reseñas...., sin embargo, considerar si un lugar es más o menos especial, es algo relativo, y quizá debamos dirigir nuestra mirada a alguno de esos lugares importantes que no suelen aparecer en los grandes hechos oficiales, para constatar que estan revestidos de tanta belleza, grandeza, misterio y relevancia, como el contenido que alberga su sola imagen, y que no debería nunca ser ignorada.

Las Navas del Marqués, tierra de castillos, cuna de la nobleza castellana de los Álvarez de Toledo, marqueses de las Navas, marqueses de Villafranca de la Sierra, condes del Risco, señores de alcurnia y de leyenda, que evocaron al ritmo de los tambores la batalla de las Navas de Tolosa, donde nacieron los 13 roeles en oro sobre fondo de azur, que componen su escudo de armas en la rama de Esteban Domingo, caballeros de brillante armadura, estirpe engendrada en la anciana Reconquista del norte peninsular, capitanes de mar y de guerra, emparentados con los duques de Medinaceli y los Dávila, importante familia abulense que envió por mar al primer virrey del Perú, tras la conquista del imperio inca....

Este rincón tan especial se encuentra ubicado a unos 35 km. de la capital de Ávila de los Caballeros, la ciudad amurallada, circulando por la carretera CL-505, en sentido Madrid, y en sus cercanías, otro rincón patrimonialmente importante dentro de su conocido Barrio de la Estación, que dista unos 800 metros del mencionado municipio abulense, sumergido en un hermoso entorno de bosque de pinos, silencio y paz, arropados por el encanto y la magia de la Ciudad Ducal, cuyos magníficos chalets de lujo han venido pincelando el lugar desde hace muchos años.

Estamos hablando, por supuesto, de la librería-museo Historia Secreta de las Navas del Marqués, proyectado y creado por el conocido escritor Tomás García Yebra, que nos ha concedido el privilegio de traspasar el umbral de su entrada, para acceder a un espacio tan singular y disfrutar de su colección de objetos antiguos tradicionales, propios de la tierra navera, además del completo surtido de obras literarias, antiguas y modernas,  de distintos géneros y autores que figuran en sus estanterías, incluidas las suyas propias.

Este consagrado escritor, nacido y criado en éste municipio, acaba de publicar una obra histórica gráfica sobre la tierra de las Navas, su historia, sus gentes, con fotografías antiguas que hablan más que todo un reportaje televisivo de las generaciones que habitaron y que habitan en su pueblo, al tiempo que nos facilita con su libro el conocimiento de una tierra, de una forma de vida, de una memoria casi olvidada, que ahora logra volver a resurgir de sus cenizas....mientras la librería-museo por él creada, da vida a otro sinfín de obras de multitud de escritores, que se pueden encontrar en el interior de su institucional comercio.

La obra publicada y el lugar con el que el proyecto se halla enraizada, son por el momento la culminación de toda una vida de trabajo y dedicación, pues sabemos que Tomás lleva escritas otras muchas obras, algunas de ellas versadas también en este municipio, y otras consistentes en novela, ensayo, etc., por lo que este rincón especial goza del aporte de una buena trayectoria cultural y profesional aplicada a tan prolífico oficio como es la literatura.


Haciendo alarde de generosidad y de una estrecha amistad con sus compañeros de profesión, nuestro insigne creador de sueños, ofrece algunos de los mejores títulos literarios que se hallan ahora en el mercado, algunos vanguardistas, otros perdidos y descatalogados, repartidos en acogedores rincones donde se respira un aire cultivado de conocimientos, de valores profundos, de enigmas escondidos en un pasado que secuestra los sentidos cuando es visitado sobretodo por primera vez, y es que en la librería-museo de Tomás, se funden la historia, el recuerdo y la fantasía, para construir un lugar especial en esta tierra serrana, obligando al viajero a acercarse y conocerlo, como un monumento más.

Desde este espacio, firmo con el deseo de que nuestro amigo Tomás continúe su importante obra, que nos siga deleitando con su proyecto, animando a propios y ajenos, a aceptar el reto que supone la aventura de acercarse a este rincón tan especial y tan cautivador, para vivir una experiencia nueva, que sin ninguna duda llenará de placer a lectores, escritores, curiosos y turistas.

Ávila, 30 de julio de 2012.


martes, 3 de julio de 2012

Grandes navíos.- El Victory.

I.-VICTORY


       El Victory es, seguramente, el barco inglés más famoso que haya navegado. Era un navío de línea de 1ª clase, de tres mástiles, barco insignia de Lord Horacio Nelson, en Trafalgar, y en su época supuso una auténtica máquina de guerra en el mar, que representaba la mejor tecnología de arquitectura de su tiempo.

         Hoy día, se conserva intacto en el dique seco de Portsmouth, donde se le puede visitar, convertido en museo; fue el 5º y último barco inglés que llevó ese nombre y que, según la tradición, jamás hubiera debido ostentar, dado que el homónimo anterior se hundió en octubre de 1744, con la pérdida de su tripulación de 900 miembros. A pesar de que el nombre lo borró el Almirantazgo, en 1760 fue reintegrado por el primer ministro William Pitt.


Fue construido en el astillero del arsenal de Chatham Dockyard, y lo diseñó el arquitecto Tomas Slade, cuyo presupuesto final se fijó en 63.176 libras, su quilla se colocó el año 1759, en plena guerra con Francia, fue echado al agua en conserva el domingo 7 de marzo de 1765, para ponerse de inmediato en “desarme”, pues estuvo 13 años en reserva. Esto solo significaba que iba a cubrirse su cubierta con tablas, dejar a bordo una reducida tripulación y desembarcar para guardar en tierra los palos, jarcia de maniobra, las velas y los cañones: todos los elementos que, en el caso del Victory, no fueron colocados hasta 1769 año en que realizó sus pruebas de navegación. Después se desembarcaron de nuevo. Se entregó a la marina el 12 de marzo de 1778, momento en que fue armado definitivamente, haciéndose a la mar el 8 de mayo, para ser el buque insignia del almirante Augustus Keppel, comandante de la flota del Canal de la Mancha.

         El Victory desplazaba 2.176 Tn, medía 56.70 metros de eslora y 15.90 metros de manga, en su cubierta principal de baterías; solo ha habido 34 barcos parecidos al Victory, en la historia naval inglesa, cuatro de ellos contemporáneos del Victory. Tan limitada cantidad hallaba justificación en la dificultad de colocar el maderamen y encontrar espacio para construir embarcaciones de este tipo, pues no bastaban las gradas normales, por lo que debían hacer uso de los diques de carenado.


         En su construcción, esta nave necesitó 10.000 m3 de madera, sacados, en parte, de los más de 2.000 árboles de roble que necesitó su construcción, casi toda de encina, que se comenzó a recoger en 1746 y el sistema de envejecerla antes determinó su larga vida; su quilla fue colocada el 23 de julio de 1759, era de olmo, y tenía una escuadría de 53 centímetros de lado en el centro, disminuyendo en los extremos hacia proa y popa; la quilla la formaban al menos 8 piezas diferentes para lograr el largo de ésta en su longitud requerida, y sus uniones, superpuestas en diagonal, tenían 1,52 metros. Después de colocar la quilla se montaban la falsa quilla y la zapata de base –que se coloca debajo de la quilla—y luego la roda y el codaste. Seguidamente podían montarse la grandes cuadernas de encina, que tenían una escuadría de 500 mm. igual que sus grandes bulárcamas, además de utilizar escuadras de hierro para incrementar el refuerzo de las curvas de los baos,  para luego colocar los forros interior y exterior, así como los baos y las cubiertas. Sus costados fácilmente podían llegar a tener hasta 70 cm. de grosor entre forros.

         Una vez completado el casco y montada la cubierta, empezaba el trabajo de armamento del barco. Se fabricaban todos los materiales bajo pedido; todo, salvo sus cañones, que se fabricaban bajo diseños estándar.

         La forma de su casco tenía su máxima anchura en la línea de flotación, de manera que le proporcionaba una estabilidad magnífica en el mar, sirviendo además, para repartir mejor el peso de la artillería en sus cubiertas, que quedaba más bajo de este modo;  por ejemplo, para arriar los botes, debían salvar los costados, por lo que se utilizaba a bordo unos pescantes grandes, a la manera de las plumas de las puertas de los castillos en tierra, para bajar éstos hasta el agua.


         Sus más de 100 cañones estaban estandarizados en esta época, aunque en su carrera, el Victory cambió varias veces de armamento. Este barco, de manera similar a los de su época, utilizaba troneras que tenían alrededor de 3 pies de ancho (90 cm.), para dar salida a las piezas de fuego; su estructura estaba formada por ocho cubiertas, donde se distribuía todo su interior y se repartía su armamento de la siguiente manera:

            En la toldilla, la cubierta más alta del barco, montaba 10 cañones de 6 libras y utilizada principalmente por los oficiales, se izaban las banderas de señales para comunicarse con los barcos próximos, como la que Nelson transmitió antes de la batalla de 1805 a sus hombres y que decía: “England Expects That Every Man Hill Do His Duty”, “Inglaterra confía en que cada cual cumpla con su deber”.


El Alcázar, a popa, se reservaba también normalmente a los oficiales. El comandante dormía a popa de ésta cubierta. El Alcázar estaba armado con 12 cañones de 12 libras (5,5 kg.), y que podían llegar a pesar más de 1 tonelada, utilizaban balas que serían del tamaño de una naranja.

El Castillo de proa, estaba sobre la principal y se comunicaba con el Alcázar mediante pasillos llamados pasamanos. Desde aquí se maniobraban gran cantidad de los cabos de labor del navío. Aquí se montaban 4 cañones, 2 de los cuales eran carronadas, grandes piezas cortas de grueso calibre muy efectivas a corta distancia que tenían 68 libras (31 kg. de peso), las cuales provocaban tremendos impactos sobre el enemigo.

La cubierta de la batería alta, a diferencia de las demás, está abierta en el centro, como era normal en éste tipo de navíos, por el llamado ojo del combés, sobre el cual se estibaban 3 de las embarcaciones menores del barco sobre calzos fijos a los baos que lo cruzaban. Está armada con 15 cañones de 24 libras en cada banda, cuyo peso podía acercarse a los 2.500 kg. A popa de ésta cubierta se encuentra la cámara del almirante.


La cubierta de la segunda batería, contiene los cañones de 32 libras,  que disparaban proyectiles de 11 kg. de peso, y eran del tamaño de un pomelo grande. Había 14 cañones en cada banda de esta batería, que además servía para el alojamiento de gran parte de la dotación. La cocina también se hallaba en éste espacio. En su parte de popa estaban los camarotes y la cámara de oficiales, que era el salón-comedor.

La cubierta de la batería baja, era la más baja que montaba artillería. En cada banda presentaba 15 cañones de 42 libras, cuyo peso rondaba los 3.500 kg.,  que disparaban balas de 14 kg. de peso, y que tendrían el tamaño de cocos. Cuando el barco no combatía, muchos de los marinos colgaban sus coys (hamacas) entre los baos de ésta batería.

El sollado se utilizaba para el almacenamiento y en él se encontraban también algunos talleres y oficinas del personal que debía tener acceso a la bodega, como el contador o el carpintero. Aquí se encontraba la enfermería de combate, que se pintaba de rojo para hacer pasar desapercibido el color de la sangre durante las operaciones quirúrgicas, y que no tuviera impacto sobre los hombres. Algunos de los corredores que había aquí, como el del carpintero, eran muy bajos, y podían tener incluso una altura de 1,2 metros, de manera que era dificultoso andar por ellos.

         En éste punto se distribuían los distintos departamentos de la nave a través de callejones de combate, estrechos, con sus mamparos, para dar acceso a cada lugar.

La bodega se encontraba en el punto más bajo del barco y era como un gran almacén. Aquí se estibaban todas las provisiones para el viaje, víveres, municiones, velas y cabos de respeto, así como los materiales para la reparación de averías. En ésta se almacenaban alimentos para varios meses, que en el caso de éste navío comprendían 300 Tn. de agua, 50 de combustible, 30 de carne salada, 45 de galleta, 15 de guisantes secos, 2 de mantequilla y 50 de cerveza, a parte de varias docenas de barriles de grog, que a veces era fabricado directamente a bordo.

         También se almacenaban frutas y hortalizas que servían para combatir el escorbuto, que ya era mucho menos frecuente en el año 1800, y que adquirían en los puertos de paso, como col fermentada (chucrut) o limones y limas, nabos, repollos, zanahorias y cebollas.

         Los barriles más pesados, eran los que se colocaban más bajos, en lo más profundo de la bodega, y se evitaba que rodasen debido a que iban estibados sobre guijarros que completaban el lastre formado por lingotes de hierro, aunque también eran necesarias cuñas o abarrotes para mantenerlos seguros.

         Entre el material bélico el Victory llevaba 35 Tn. de pólvora y 120 Tn. de proyectiles de hierro, metralla en forma de bolas de hierro pequeñas que a veces iban encerradas en pequeños sacos para formar granadas,  y cadenas.

         Su tripulación era de 850 hombres, pero en Trafalgar solo la compusieron 819, entre ellos 57 oficiales; el lujo del alojamiento de los últimos, comparado con los marineros era abrumador, los destinados a los jóvenes guardiamarinas eran espacios muy reducidos y sin ninguna intimidad, en una época elitista y de clara apreciación de clases, pues cada marinero dormía entre los cañones y tenía derecho a 35 cm. de espacio, durmiendo en coys. Comían en tablas suspendidas entre los cañones, que servían de mesas, llamados ranchos, donde se comía en grupos de 8 a 12 marineros por cada mesa, y los cañones mismos les servían de bancos, y para limpiarse utilizaban unos pompones cosidos a los cabos de la mesa, que hacían las veces de servilleta.

         Los retretes utilizados eran los llamados beques, que eran simples agujeros redondos al aire libre practicados en asientos, y para una dotación de 800 hombres, había a proa 6 beques. A pesar de ello, los suboficiales subalternos tenían un cubículo redondo, protegido, también llamado jardín de proa, donde se gozaba de algo más de intimidad. Para los oficiales se utilizaban los jardines de popa, que estaban bien protegidos y aislados en las aletas de popa.

         En Inglaterra el jabón no estuvo al alcance de los marineros hasta 1825, de manera que a bordo del Victory era casi imposible lavar la ropa adecuadamente, y para conservarla limpia, éstos la mojaban con orina y luego la aclaraban con agua de mar.

         Entre la tripulación del Victory había una tropa de guerra que estaba compuesta por 131 plazas de soldados de Infantería de Marina, con un capitán de Infantería de Marina, un Teniente, 4 sargentos, 4 cabos y dos tambores.
          
Por otro lado había a bordo 569 marineros distribuídos en 2 guardias, que normalmente, a turnos, se dividían en guardia de babor y guardia de estribor; entre los 15 Oficiales de mar, había despenseros, ayudantes del maestro velero, que confeccionaban y remendaban las velas.

         Entre la categoría de Cabos, lo formaban los jefes de reposteros, amanuense, 4 pañoleros de velas que cuidaban de su almacenamiento, trompeta, 6 cabos segundos timoneles, 6 cabos primeros timoneles-señaleros, responsables del gobierno del timón, señales y vigilancia exterior, 6 guardabanderas, 4 contramaestres segundos, 4 condestables segundos, 2 calafates, 24 guardiamarinas, alumnos del Cuerpo de oficiales, 25 artilleros que tenían 4 cañones a su cargo cada uno, segundo maestro velero, 2 armeros y el patrón de embarcaciones menores, encargado del gobierno y cuidado de éstas.

         Entre los Oficiales de Mar Subalternos estaban el Capellán, el cocinero, 3 enfermeros, armero que reparaba y mantenía no sólo las armas sino todos los efectos metálicos, el Maestre de armas, que ejercitaba a la dotación en el manejo de éstas, tanto ligeras, como blancas y de fuego, y el velero, que reparaba las velas.


         Los Oficiales Mayores eran el piloto, que llevaba la navegación del barco y su gobierno en aguas costeras o fluviales, el contramaestre de cargo, responsable del almacenamiento y conservación de aparejos y velas, el condestable de cargo, responsable de toda la artillería, el carpintero, el cirujano y el contador, encargado de la administración y subsistencias.


         Los Tenientes de Navío (patentados), colaboraban con el Comandante en la ejecución de sus órdenes y dirigían el fuego en el combate.

El Segundo Comandante era el directo colaborador del comandante, mandaba el navío en su ausencia y le sustituía si moría en combate.

         El Capitán de Navío, era el comandante del barco, responsable de su navegación, de la disciplina y la dirección del combate.

         El Almirante, mandaba toda la escuadra y elaboraba los planes de batalla, siendo representante máximo de los asuntos tanto políticos como militares del gobierno de su país en guerra, era nombrado por méritos en Inglaterra y normalmente, su puesto a bordo estaba revestido de grandes consecuencias para la nación.

         La carrera del Victory, cuya primera misión se desarrolla en la Guerra de Independencia de Estados Unidos,  nos muestra cómo en mayo de 1778, el Victory está a las órdenes de Keppel contra los franceses en la batalla de Ouessant, para pasar a ser cuatro años más tarde barco insignia de Lord Howe, cuñando acudió en ayuda del asedio de Gibraltar en 1782.

         En 1792 forma parte de la flota del Mediterráneo, y durante la Revolución francesa fue buque insignia de varios almirantes, como Lord Hood, con quien tomó parte en la ocupación de Tolón, en agosto de 1793.

         Con el almirante William Hotham combatió a los franceses en las islas Hyères el 13 de julio de 1795, y con sir Jhon Jervis en la batalla del cabo San Vicente, el 14 de febrero de 1797.

         Durante el periodo situado entre 1798 a 1800, el Victory es empleado como barco hospital, sufriendo hacia 1800 una reforma que duró aproximadamente unos 3 años.

         Llevó a cabo acciones en 1803, consistentes en el bloqueo del Mediterráneo, Indias Occidentales, Egipto y Francia,  y después, volvió a ser buque insignia, esta vez al mando de Nelson. Cuando los franceses huyeron de Tolón, Nelson les persiguió para enfrentarse a la flota combinada franco-española en Trafalgar, en 1805.

         A pesar de sufrir graves daños en la batalla de Trafalgar, donde se contabilizaron 57 miembros de la tripulación muertos y 103 heridos,  el Victory pudo ser remolcado a Gibraltar y reparado con trabajos temporales para ser posteriormente trasladado a Portsmouth, comenzando su reconstrucción en 1806, en el mismo muelle donde había sido construído,  para poder participar entre 1808 y 1812,  como buque insignia del almirante James Aumares, comandante en jefe de la flota del Báltico,  en la retirada de La Coruña, además de estar en el bloqueo de la base rusa de Kronstadt.

         En las batallas que mantuvo hubo premios por los botines cobrados, que eran concedidos por el gobierno sobre los barcos capturados, la cuarta parte se dividía entre los marineros; en un navío como el Victory correspondía a cada marinero menos de 12 milésimas del premio, aunque a pesar de todo, esto podía representar el sueldo de varios años. El almirante Nelson se benefició de un octavo y el comandante un cuarto, pero éste último solo recibía recompensa por las capturas de su navío, mientras que el almirante participaba en todas las de la escuadra, lo que hacía que se llegase a convertir en un hombre muy rico.

Algunos de los barcos ingleses más conocidos en la historia que compartieron aguas y época con el Victory, además de luchar junto a él en Trafalgar fueron El Temerayre, El Neptuno, El Leviatán, El Britannia, El Conqueror, El Agamemnon, El Ayax, El Orion, El Minotaur, El Spartiate, El Royal, El Sovereig, El Belleisle, El Mars, El Tonant, El Bellerophon, El Achilles, El Revenge o el Defiance, entre otros.

Entre los navíos más famosos del mundo y de la historia del mar, el Victory representa el poderío de una nación que gobernó los océanos, y es el icono del avance y de los conocimientos técnicos de su tiempo en cuanto a diseño naval se refiere, formando un conjunto de logros que sentaron las bases del combate, en la última gran batalla naval que se celebraría entre navíos impulsados exclusivamente a vela, y que marcaría los límites y las bases para el desarrollo de los barcos de guerra en el mundo a partir de su época.

Ciertamente, se podrían escribir montones de artículos sobre el Victory y su hoja de servicios, docenas de monográficos sobre su construcción y tecnología, y muchas novelas que hablasen de la vida a bordo de éste navío, al estilo de las obras de Patrick O’Brian, que alimentarían la imaginación y la cultura sobre una parte de la historia.

El fin de su vida activa llega al terminar las guerras napoleónicas, siendo retirado del servicio en 1812, y se le nombra buque insignia en 1824 cuando fue atracado en Portsmouth, pero es en 1922 cuando se le coloca finalmente en un dique seco, para ser conservado y admirado por los visitantes que llegan hoy de todas las partes del mundo.