Un
fin de semana, "La Leyenda del
Capitán", traspasó las fronteras de mi ciudad natal, y se presentó en
la ciudad de Salamanca. A través de un amigo, una francesita ya entrada en años, Janet Renou,
contactó conmigo para hacerme una pequeña entrevista sobre navegación en
veleros clásicos −es que en la universidad hay de todo, mira−, porque deseaba
aprender el español más de cerca. En compañía de otro amigo mío, Miguel, quedamos
en un bar, tomamos algo y hablamos de barcos, como vengo haciendo con tantas
personas a lo largo de tantos años. Mi legajo estaba ya en las manos de una
joven estudiante, a quien se lo habían pasado de manera casual una semana
antes, fotocopiado.
Aquella noche, el grupo de amigos salimos a tomar unas copas por la ciudad, y de ruta pasamos a visitar a aquel puñado de estudiantes femeninas que compartían el piso. La protagonista de la escena era una linda joven, no recuerdo qué estudiaba..., sus amigas comenzaron a reír de un modo sospechoso al conocer al autor de la obra, en vista de que la aludida se ponía un poco colorada, y el lector preguntará, ¿y por qué se puso colorada?, es sencillo, porque cuando había leído mi historia, se había echado a llorar a lágrima viva como una chiquilla, por culpa de la muerte de su protagonista, provocando las risas de sus compañeras, y las de los integrantes de nuestro grupo, y de manera conspiratoria, sin decirme nada, mis amigos me habían llevado para que la conociese en persona.... Finalmente, la muchacha me censuró que hubiera matado al personaje de aquel modo, y me preguntó por qué debía morir.... Le dije, "porque la historia debía ser así", no cabe más explicación. Una novela, a veces, es muy parecida a la vida real...
Aquella noche, el grupo de amigos salimos a tomar unas copas por la ciudad, y de ruta pasamos a visitar a aquel puñado de estudiantes femeninas que compartían el piso. La protagonista de la escena era una linda joven, no recuerdo qué estudiaba..., sus amigas comenzaron a reír de un modo sospechoso al conocer al autor de la obra, en vista de que la aludida se ponía un poco colorada, y el lector preguntará, ¿y por qué se puso colorada?, es sencillo, porque cuando había leído mi historia, se había echado a llorar a lágrima viva como una chiquilla, por culpa de la muerte de su protagonista, provocando las risas de sus compañeras, y las de los integrantes de nuestro grupo, y de manera conspiratoria, sin decirme nada, mis amigos me habían llevado para que la conociese en persona.... Finalmente, la muchacha me censuró que hubiera matado al personaje de aquel modo, y me preguntó por qué debía morir.... Le dije, "porque la historia debía ser así", no cabe más explicación. Una novela, a veces, es muy parecida a la vida real...
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Tercera portada 1991 |
Siempre me he preguntado cuándo nace
un escritor realmente, ¿cuando escribe una historia, o cuando esa historia
llega al corazón de sus lectores?, supongo que el auténtico éxito de una obra,
es dejar un dulce recuerdo en las personas, que pervivirá en ellas para el
resto de su existencia.
En el futuro, "La Leyenda del Capitán" sería leída durante años y años,
por muchas más personas en muchos lugares, de dentro y de fuera de Ávila, también
de fuera del país, pero poco a poco, el paso de los años y los avatares de la
vida, fueron dejando el legajo a un lado, un poco más olvidado, un poco más
aislado. Ya no causó tanto impacto, ni fue tan revolucionario, especialmente
porque su autor había crecido, y había cambiado de hogar y de vida. Corría el
año 1991, quizá uno de los mejores de toda mi vida, aunque estaba teniendo lugar la
guerra de Irak. Aquellos estudiantes que éramos, fueron dejando de serlo, y
comenzaron a marcharse, cada uno por su lado, y mi legajo se transformó en un
recuerdo; siguió siendo leído, pero en ocasiones más espaciadas. La última vez
que ocurrió, ha sido apenas hace unos años de hoy atrás, por la esposa de un
amigo. Jamás ha vuelto a ser abierto por otras manos distintas de las mías.
Ahora, después de tanto tiempo, y de
que tantos y tantos ojos fueran testigos de su existencia, vuelve a resurgir "La Leyenda del Capitán" de
nuevo, convertida en una novela cultivada, estudiada, auspiciada por una
profunda investigación histórica, cuya pluma aboga por pulir un proyecto que
brilló con luz propia en una dorada época, que ayuda a renacer hermosos
recuerdos; siempre me pregunté qué éxito hubiese tenido de nacer la obra, tal
como es hoy, aquel lejano año 87.
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Portada publicación 2015 |
Sofocada levemente su original
fantasía, y con algunos pequeños cambios impuestos por el trabajo profesional,
la novela histórica nace respetando la estructura original primaria, los
personajes y la trama, para ofrecer a los lectores una obra que el destino ha
deseado mantener viva hasta hoy, con su fuerza y su imagen, para que continúe
cautivando con el embrujo del misterio, la aventura y el romanticismo, a todas
las mentes del planeta, a todos los amantes de este género, y si lo desean,
para que también lloren con su relato, como aquella dulce estudiantina.
Espero que mis letras cumplan
fielmente con su misión, como ya lo hicieron hace tantos años. Para eso fueron
creadas. Gracias.
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