Los
españoles formaron alianzas con los Aranacos. Los grupos caribes, entre los que
se encontraban tribus como los Aracuna o los Jirijara, fueron los más
enfrentados a los conquistadores, que también crearon alianzas con los
Palenques. Los Kari’ña se asentaban en el golfo de Paria, Trinidad, costa
nororiental y Antillas menores, que de vez en cuando llegaron a formar alianzas
contra los españoles. La alianza entre los Cumanagoto y los Chacopata, junto a
los Palenques, superaban en fuerza a los españoles, y en el siglo XVII, la
resistencia se hizo más activa en el valle de Cumanacoa. Otros grupos de
resistencia contra los españoles los protagonizaron los Core y los indios
Tomuza.
Los Muiscas o Chibchas eran, a la
llegada de los españoles, las tribus más ricas en oro, esmeraldas y alimentos,
cuya avanzada cultura les permitía cosechar todo el año una gran multitud de
productos, como el maíz, las patatas, el cubio, la quinoa, arracachas,
boniatos, fríjoles, chili, piñas, aguacates, pitahayas, chirimoyas, etc. Vivían
en poblados donde había construidas fortalezas y grandes templos, pero su
preparación para la guerra era muy básica y simple, por lo que los
conquistadores apenas se tuvieron que esforzar para someterlos.
Los Chaima vivían al noreste de Venezuela, alrededor de las
misiones de los capuchinos, cerca de los asentamientos coloniales y en las
regiones de la costa. Eran más bajos que los caribes, mostrándose achaparrados,
regordetes, con hombros anchos, solían ir desnudos o con un camisón. Habitaban
zonas en el río Guarapiche, donde existieron misioneros franceses, en el río
Urare, donde los holandeses explotaban las salinas, y en el río Neverí.
Otras tribus americanas eran los
Warao, que habitaban en el delta del Orinoco, nombre que significa “lugar donde
se rema”, de noko (casa, residencia). La palabra Warao hace referencia a “habitantes
del agua” y son el grupo más antiguo de Venezuela. Eran pescadores y
horticultores, recolectaban miel y frutos silvestres. Extraían la fécula de la
palma del moriche para comer, para lo cual descortezaban el tronco de la palma
y desmenuzaban sus fibras con el nahuru (azuela),
de donde sacaban el almidón con el que hacían una torta de yuruna. Con las palmas del árbol moriche cubrían los techos de las
cabañas.
El patriarca de los poblados Warao,
el Iramo, organizaba de una manera
representativa a la gente, aunque no era un jefe tribal. El cabeza de familia
debía mantener a la esposa (Arami), y
también a los suegros. Los hombres suelen buscar esposa fuera de sus rancherías
de asentamiento, aunque éstas debían pertenecer al mismo grupo parental. Los
conflictos los resolvían mediante una asamblea de ancianos. Las rancherías
estaban formadas por unas 10 o 15 viviendas, de una o más personas, y podía
llegar a tener hasta 200 habitantes. Las casas (hanoko), se comunicaba por puentes o pasarelas, con un acceso al
río y un embarcadero, hechas con troncos de mangle. Los suelos son de palma. La
curiara (canoa) es el principal medio
de transporte, con la que viajan por todos los innumerables afluentes de su
entorno. Su dios más poderoso era el Hebu,
que reside en la piedra sagrada que custodiaban los Wisiratu o chamanes. Fumaban tabaco envuelto en palma, que
ahuyentaba a los malos espíritus.
El capitán Díaz de Alfaro hizo una
expedición a la provincia de los Quiriquires, los Aruacos y los Tomuza, donde
sabían que encontrarían oro en los aluviones de los ríos, y descubrieron unas
importantes minas en las quebradas de Apa y Carapa, en las cabecillas del río
Arenilla, afluentes del Tuy. La matanza de los españoles a manos de los indios
Tomuza, hizo que las minas fueran abandonadas, cesando la extracción, ya que
estos indios eran gente muy brava y fiera. Atacaban con flechas envenenadas con
curare, además de que los cronistas les incluían entre las tribus que
practicaban el canibalismo.
En la zona de Venezuela coexistían
distintas tribus caribe de las Antillas, donde destacaban los Arecuna, los
Ayomán, los Aranacos, los Acaguas, los Aravacos (de las Guayanas holandesa e
inglesa, especialistas en preparar curare). Los Cumanagoto vivían en las
llanuras de Venezuela. Los Jirijara, eran otros de los más belicosos, también
comedores de carne humana. Los indios Maco habitaban el Alto Orinoco, en
Guayana y Venezuela, junto a los Maquiritares.
Los Omeguas vivían más al oeste del
Orinoco, pero dentro de la zona de Venezuela, donde también habitaban en sus
orillas los Tamamaco. Otras tribus englobadas entre los caribes eran los
Tanamaques, que vivían al sur del Orinoco y fueron exterminados por los caribes
más salvajes hacia mediados del siglo XIX.
Una tribu curiosa era la de los
Yupas, cuyos indios medían aproximadamente unos 92 cm. de altura, y vivían al
noroeste de Venezuela.
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